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Héctor García Escamilla lo volvió a hacer: en 2022 se coronó como el primer mexicano ganador de una medalla de oro individual en la Olimpiada Abierta para Estudiantes Universitarios, y consiguió el bronce en equipos en la misma competencia; este año repitió la hazaña con el metal dorado y consiguió además otra presea plateada.
Este joven queretano estudiante de la carrera en Ingeniería Física en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), demostró por segundo año consecutivo que la constancia y disciplina pueden llevarte muy alto, aun enfrentándote contra los mejores del mundo.
Recién llegado de Ashgabat, capital de Turkmenistán, donde se llevó a cabo la competencia, Héctor se muestra emocionado de haber llevado nuevamente la bandera de México y a Querétaro a lo más alto del podio. Y es que además fue seleccionado para el Equipo Mundo, integrado por un representante de cada continente, además de ser elegido para dar el discurso inaugural del evento, en representación de los más de 300 competidores provenientes de 10 países de cinco continentes.
“Eso yo lo sentí como los Juegos Olímpicos. Cuando hay alguien que prende la llama olímpica, así me sentí, con un honor y un orgullo tremendo de que el país México, el estado de Querétaro y la Universidad Autónoma de Querétaro, fuera representada a esa magnitud, al otro lado del mundo”, reconoció.
Su discurso, señala, versó sobre la oportunidad única que tiene la juventud actual de poder construir una sociedad y un mundo con menores diferencias, tanto sociales como económicas; por ello, englobó su mensaje en una sola frase: “Una única humanidad, trabajando junta en contra de todos los obstáculos que vamos a enfrentar”.
A pesar de que la competencia se realizó del otro lado del planeta, con 11 horas de diferencia horaria, frente a los mejores del mundo Héctor asegura que “la competencia es la parte fácil”, pues lo realmente complicado es todo lo que hay detrás, para llegar al encuentro, con horas y horas de entrenamiento diario, lo que incluye incluso alimentación especial, sueño y descanso reglamentario.
“Si estudias pero no duermes bien, ese estudio, aunque te la pases cinco horas ahí, no es tan eficiente y puede que esas cinco horas, sin un buen sueño y sin un buen descanso, sean equivalentes a una hora en cuanto a términos de eficiencia.
“Además la alimentación es primordial, yo me lo tomé muy en serio porque soy como un deportista de alto rendimiento, nada más que mi músculo es mi cerebro. Hay 10 alimentos en general que son muy buenos para el desarrollo cognitivo; además no tomé nada de alcohol en todo este tiempo”, explica.
En 2022 Héctor se convirtió en el primer mexicano en ganar una medalla de oro en lo individual en esta competencia y hoy se prepara para, en julio, competir en el Mundial Universitario que se llevará a cabo en Bulgaria y la Competencia Iberoamericana Interuniversitaria de Matemáticas, a realizarse este mes de septiembre en Río de Janeiro, Brasil, con la que cerrará así el último año de competencias para Héctor, quien se retirará de estos encuentros.
El joven queretano reconoce que sí ha logrado obtener un apoyo del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq); sin embargo, su mayor apoyo y con lo que ha logrado viajar a estas competencias para representar a México, ha sido gracias a su familia y apoyos de particulares.
“Este es mi último año, me gustaría seguir compitiendo, pero pues uno debe de pasar la página también. Ya está a punto de acabar mi ciclo y quiero aprovechar mi último año de competencia. Vienen dos eventos importantes, competencias claves que tienen una proyección muy grande a nivel mundial y es una oportunidad para hacer un llamado a que haya más apoyos a nivel estatal y a nivel federal, porque no los hay”, lamenta.
Aunque está enfocado en las competencias de este año, Héctor ya se encuentra también trabajando en lo que será su futuro profesional. Para ello, se encuentra consolidando un proyecto emprendedor que estará enfocado en el rubro educativo, creando una plataforma que ayudará a los estudiantes en materias científicas como las matemáticas, la física, química, entre otras asignaturas.
Adicionalmente fue invitado a participar en un proceso de reclutamiento para laborar en Wall Street, en Nueva York.
“Voy a aplicar a Wall Street a finales de año, gracias a los reconocimientos y resultados de las olimpiadas. Me llegó una invitación para aplicar a una empresa en Wall Street y eso significa que voy a poder aplicar para el proceso de entrevistas. Sé que es un proceso duro y muy competitivo, pero con trabajo y esfuerzo, se va a lograr. Al puesto se le llama Qualitative Trader , que es como la persona que se encarga de hacer los análisis de riesgos, cuál es la mejor estrategia, en cualquier situación, para sacar la mejor ganancia en un intercambio”, explica.
Finalmente, el padre de Héctor, Pedro García, se muestra orgulloso de su hijo y de sus logros, al reconocer que lo que hoy consigue no es producto de algo que “haya iniciado ayer”, sino que es un trabajo que ha llevado años construir en equipo, entre toda la familia y amigos, así como la propia dedicación de Héctor.
