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Lorena Suárez Álvarez, egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), y su máquina mezcladora de tierras para la fabricación de ladrillos artesanales ganó uno de los cinco reconocimientos del Premio UNITEC a la Innovación Tecnológica para el Desarrollo Social 2021.
Este proyecto inició hace 3 años con una visita de Lorena Suárez a la comunidad de San Nicolás, ubicada en Tequisquiapan; ahí, detectó que los productores de ladrillos tenían muchos problemas para realizar su trabajo.
Este proyecto facilitó notablemente el proceso de la elaboración de ladrillos artesanales pues el mezclado manual es un proceso muy complicado para los trabajadores, además de que les provoca desgaste físico y dolencias, que se agudizan en épocas de frío o de humedad. “En esa visita nos dimos cuenta de que los productores de ladrillos se encuentran en situaciones muy precarias y son muy vulnerables”.
Este proyecto también incluye una mejora de su proceso de mezclado porque lo hacían con un azadón y con los pies y se tardaban más o menos dos horas y media para producir 170 ladrillos; con la máquina, este tiempo se reduce a sólo 30 minutos.
La comunidad de San Nicolás se compone de personas mayores y se ven obligados a trabajar en estas labores que les demandan enorme esfuerzo físico. El proyecto de la máquina mezcladora impactó a esta comunidad, que tiene aproximadamente 400 hornos de quema, más o menos 2 o 3 hornos por familia.
Como parte del proyecto se otorgaron 42 máquinas y después, en un segundo acercamiento, se hicieron llegar 25 máquinas mezcladoras extra, por lo que se puede decir que el impacto fue muy fuerte para todas las familias que producen ladrillos.
Al ser un proceso artesanal, cada productor tiene distintos moldes y diversos productos; elaboran desde ladrillos para construcción, hasta soleras y mosaicos de piso; las medidas y peso varían para cada productor.