La Peregrinación de Querétaro al Tepeyac es formalmente Patrimonio Cultural Inmaterial del estado, nombramiento con el cual se reconoce que miles de católicos participan en esa tradición que se realizó por 129 años de manera física y dos años de forma virtual, a causa de la pandemia.
El 5 de marzo se publicó en el periódico oficial del gobierno del estado “La Sombra de Arteaga”, la instrucción que el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, emitió para concretar el nombramiento que este fin de semana se oficializó a través de un acto protocolario, en el cual participó Paulina Aguado Romero, secretaria de Cultura del estado, en representación del gobernador Francisco Domínguez Servién.
Aguado Romero consideró que los queretanos se caracterizan por su devoción mariana y guadalupana, misma que se fortaleció en 1659, cuando el entonces presbítero Lucas Guerrero Rodea trajo una imagen de la Virgen de Guadalupe.
De ese acto nació la Venerable Congregación Eclesiástica de María Santísima de Guadalupe, lo que dio paso a que en 1680 se construyera el Santuario de La Congregación; se trata del segundo santuario que se construyó en el país para venerarla.
Resaltó que fue Rafael Sabás Camacho, tercer obispo de Querétaro, quien en 1886 promovió la primera peregrinación. Desde hace 131 años la peregrinación se mantiene viva, únicamente debió frenarse por movimientos sociales en las emisiones de 1914 a 1916, 1928 y 1929.
Expuso que quienes inician su andar desde la Sierra queretana recorren 550 kilómetros hasta la Basílica de la Virgen de Guadalupe, en la Ciudad de México, mientras que quienes lo hacen desde la capital queretana, caminan por 220 kilómetros.
Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro, dijo que son miles quienes mantienen viva y en permanente crecimiento la peregrinación, que nació hace más de 100 años con únicamente 12 hombres participantes, guiados por un sacerdote y que hoy es símbolo de unidad e identidad de los queretanos.
“Al pueblo queretano le gusta caminar por su fe, para lo cual supera cualquier vicisitud. La vestimenta, celebraciones litúrgicas y los cantos que utilizan en su participación los fieles es también parte de la riqueza que la peregrinación aporta a Querétaro, al igual que los estandartes que representan a cada columna”.