Más Información
El titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), Marco Del Prete Tercero; el secretario general de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Ruiz Solorio, y el profesor de la Facultad de Ingeniería de la Unidad de Alta Tecnología (UAT), Rafael Chávez Moreno, presentaron el nanosatélite K’oto, que tomará imágenes del territorio nacional.
Apuntó que la inversión en investigación facilita el desarrollo.
El proyecto K’oto contó con una inversión de cinco millones 960 mil pesos y se desarrolló en el marco del Programa Estatal para el Desarrollo de Tecnología e Innovación (Pedeti) de la Sedesu, cuya finalidad es fomentar el uso de las tecnologías de la información mediante apoyos para incrementar la productividad o financiar la investigación en empresas e instituciones académicas. Sólo en 2019, se apoyaron 23 proyectos con un monto total de 47.1 millones de pesos.
Por su parte, el secretario general de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, señaló que el impulso a la industria aeroespacial es crucial para el establecimiento de estrategias de seguridad nacional; además, brindó un resumen de los proyectos que colocan a la UNAM como referente de investigación espacial en el mundo.
Ruiz Solorio señaló que la UNAM pondrá a disposición del proyecto las instalaciones del Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz.
Finalmente, el responsable técnico del proyecto, Rafael Chávez Moreno, explicó que éste consiste en el desarrollo de un nanosatélite con paneles plegables, cuya dimensión total es de 10 x 10 x 10 centímetros y su peso es de 1.3 kilogramos; previo a su lanzamiento al espacio deberán llevarse a cabo diversas pruebas de resistencia y revisión de condiciones, para lo cual se realizó una alianza estratégica con la Universidad de Kyutech en Japón, con el fin de implementar pruebas de certificación espacial.
El nombre del nanosatélite está basado en el término otomí K’oto, que significa chapulín, lo que hace referencia a que el proyecto, a pesar de su tamaño, permitirá que Querétaro dé un salto tecnológico que contribuya al progreso de la industria espacial mexicana.