Desde que la contingencia sanitaria por el Covid-19 se intensificó en Querétaro, el joven Francisco Fernando Ramírez Martínez comenzó a fabricar viseras médicas para donarlas a distintos nosocomios del estado.
Las primeras 100 viseras fueron entregadas al Hospital General, pero Francisco planea seguir con las entregas en la medida de sus posibilidades, para apoyar a los distintos cuerpos médicos que combaten la pandemia.
Francisco inició esta actividad altruista inspirado en su abuelo Raymundo, quien falleció hace un mes en las instalaciones del Hospital General. A pesar de la triste noticia, el joven siempre se mostró agradecido con el personal médico que acompañó con amor a su abuelo durante sus últimos días.
“El proyecto surgió por la necesidad de contar con este equipo médico en la contingencia del coronavirus, pero no sólo fue por eso, mi apoyo está directamente hacia el Hospital General, ya que hace un mes mi abuelo falleció en ese lugar y siempre supe que estuvo muy bien atendido por los médicos y enfermeras, aunque lamentablemente falleció.
“Por eso tomé la iniciativa, tengo tres impresoras 3D, sólo las utilizaba como hobbie y con esta actividad les saqué provecho. Sé que esta no es una iniciativa creada por mí, esto mismo se ha visto a nivel mundial, en todos los países afectados, pero quise sumarme a la producción voluntaria de viseras, estudié cómo realizarlas para hacer la donación”.
Francisco Fernando realiza las viseras médicas con la ayuda de su novia Itzel, pero reconoce que el apoyo de su familia ha sido uno de los aspectos principales que le han permitido realizar esa labor.
“Tengo mucho apoyo de mi mamá, ella paga la energía eléctrica y es una gran ayuda, porque estas impresoras consumen mucha energía, y también me ayuda mi novia, entre ella y yo armamos las viseras y las entregamos. Comencé a hacer pruebas hace dos semanas, decidí hacer un sólo modelo, que es la que mas cubría el rostro de los doctores, y comencé con toda la producción la semana pasada.
“Ya entregamos las primeras 100 viseras, la experiencia fue muy padre, una satisfacción muy grande al oír de los doctores que el material les iba a servir mucho, fue una sensación de tranquilidad al saber que yo hice mi parte para ayudar a que haya menos muertes. Me gusta pensar que tal vez con esta donación le puede salvar la vida a alguien”
El estudiante de Ingeniería Industrial y de Manufactura en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) realiza los prototipos usando la tecnología de impresoras 3D, por lo que, dice, conseguir los materiales para realizar las viseras no ha sido fácil, ni tampoco económico.
Las caretas de protección constan de un aro de plástico que se sujeta en la frente de los médicos, de este aro se desprende una lámina de acetato que protege los ojos, la nariz y la boca de la persona que lo usa.
Conseguir cada lámina de acetato se ha convertido en un verdadero calvario, pues están agotadas en todas las tiendas, mientras el material de impresión se ha encarecido. Por estas razones no descarta la posibilidad de recibir donaciones, en caso de que algún ciudadano quiera apoyar esta buena causa.
“Las impresoras usan un plástico especial, biodegradable, se llama ácido poliláctico, lo venden por kilo en un carrete, eso es lo que necesito para las impresoras 3D, pero han subido mucho los precios del material, se puede usar también hojas de acetato que también tienen el grosor correcto, aunque prácticamente ya no se encuentran en ninguna tienda, están agotadas, es muy difícil de conseguir. Estoy viendo de qué otra forma o con qué otro material puedo sustituirlo.
“Lo más costoso es el plástico para impresiones, un kilo de este material cuesta alrededor de 400 pesos, con esa cantidad puedo hacer más o menos 25 caretas o viseras médicas. La primer entrega fue al Hospital General, pero mi plan es hacer más viseras para poder donarlas a los demás hospitales, los mismos trabajadores del Sector Salud me han pedido que los apoye con estos materiales, estoy viendo eso. Si alguien estuviera interesado en donar algún recurso, lo agradeceré, pueden escribirme en la página de facebook 2F3D, ahí es donde he documentado las entregas”.
El joven queretano pide a la sociedad no ser indiferente ante la contingencia sanitaria a la que se enfrenta todo el mundo, señala que todos pueden aportar “su granito de arena”.
“Todos podemos ayudar en algo, es una satisfacción muy grande, ayudar aunque sea a una persona”, señala.
Afortunadamente, el joven Francisco Fernando no es el único queretano con la intención de ayudar a los distintos equipos médicos.
Recientemente un grupo de estudiantes y académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro, campus San Juan del Río también fabricaron 60 de estas caretas para donarlas a los médicos.
De acuerdo con Luis Alberto Morales Hernández, coordinador de la Facultad de Ingeniería en San Juan del Río, estudiantes de Enfermería e Ingeniería se encuentran voluntariamente colaborando en la elaboración de otro lote de mil caretas, bajo las normativas correspondientes a la sana distancia establecidas con motivo de la pandemia.
El destino de este equipo serán los hospitales de Cadereyta, San Juan del Río, así como el Hospital del Niño y la Mujer en la capital queretana.