Con más de 16 años de actividad en San Juan de Río, la fundación Bertha O. de Osete, es un referente de filantropía industrial al dedicarse a la elaboración de sillas de ruedas, cuya mano de obra está integrada por discapacitados y para ayudar a este sector.

Esta institución es calificada por su director general, Agustín Aguirre Osete, como un puente de ayuda de los que más tienen para los que menos tienen.

Se producen 10 mil sillas de ruedas anualmente, de las cuales, se obtienen escasas ganancias, pues están destinadas a donativos y la fábrica opera con el apoyo económico de gobierno, instituciones e iniciativa privada.

Son 40 personas las que trabajan en la institución, la mitad del personal presenta alguna discapacidad, pero no están impedidos a laborar, señaló Aguirre Osete “son personas entregadas, con discapacidad pero no enfermas, ponen todo su empeño y como sociedad estamos cumpliendo al darles la oportunidad de emplearse”.

El patronado de la fundación fue constituido en 1996 en la ciudad de México, con la intención de apoyar a la población con alguna discapacidad; los cinco fundadores decidieron asentar la fábrica en San Juan del Río, sitio que consideró estratégico por su ubicación geográfica que facilita la distribución de los aparatos en diversos puntos de la república.

Bertha O. de Osete es una institución donataria, autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que tiene como objetivo principal abrir espacios laborales para personas con alguna discapacidad y elaborar aparatos para este sector de la población, como sillas de ruedas, bastones y andaderas.

La producción de sillas, está supervisada por la Universidad Estatal de San Francisco, California, que a su vez cuenta con un centro de investigación en aparatos para discapacitados, lo que garantiza la seguridad para quienes los utilizan.

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