“No soy aviador”, afirmó Saúl García Guerrero, quien tiene la toma de nota como líder del Sindicato Único de Personal Académico de la UAQ (SUPAUAQ), al hacer referencia a la reciente sesión de Consejo Universitario, en donde se reveló que aunque tiene la categoría de profesor de tiempo completo, con una asignación de 40 horas semanales frente a grupo, no asiste a impartir sus clases sino que lo suplen otros maestros.
El docente, adscrito a la Escuela de Bachilleres —que dirige Rosa María Vázquez Cabrera— convocó a rueda de prensa para defender su punto de vista y argumentó que son infundadas estas acusaciones hechas por algunos de los consejeros universitarios.
“Debo señalar que, luego de obtener el triunfo como secretario general del Comité Ejecutivo del SUPAUAQ y de que se me expidiera legalmente la toma de nota el 5 de diciembre de 2016, solicité por escrito la descarga académica que se establece a favor de los integrantes del Comité ejecutivo en la cláusula 58.6 del Contrato colectivo”.
“Las autoridades universitarias no respondieron esta solicitud, por lo que 20 días después les comuniqué que, al no dar contestación a mi solicitud dentro de los 10 días que la ley les concede para ello y, conforme a la cláusula 15 del propio Contrato Colectivo de Trabajo, se daba por sentado que dicha respuesta era afirmativa”, agregó el docente.
García Guerrero aseguró que esta descarga laboral ha sido disfrutada también por miembros de los comités anteriores, como el de Rosalba Flores Ramos.
Saúl García afirmó que ante el silencio por parte de las autoridades universitarias “se vio obligado a proporcionar los pagos de profesores adjuntos que cubrieron, íntegramente, todas las clases a los estudiantes durante este semestre”.
Por lo anterior, manifestó que no se ha causado ningún perjuicio a los estudiantes que, a pesar de que él no ha estado frente al grupo, han recibido sus clases al 100%.
El académico omitió desglosar el monto al que ascienden los pagos a sus profesores suplentes, afirmando que se trata meramente de un apoyo económico.
También afirmó que los suplentes son maestros que ya dan clases en la escuela preparatoria de la UAQ y que, por simpatía con él o con el sindicato, aceptaron tomar algo de carga adicional extra.
Saúl García apuntó que la descarga de horas-clase la solicitó a las autoridades universitarias para todos los miembros de su comité: Pedro Morales Zavala, Héctor Fernando Valencia Pérez, José Antonio González Jáuregui Pérez, Maria Antonieta Mendoza Ayala y Judith Ramírez Martínez; sin embargo, únicamente él ha tomado éste beneficio y todos los demás maestros han cumplido con sus horarios de clase de forma normal.
Durante la sesión de Consejo del 25 de mayo pasado se dio a conocer que se habían verificado las asistencias de algunos docentes de la UAQ, en particular de aquellos que pertenecen a los comités que se disputan el liderazgo del Supauaq.
Mientras que se determinó que Nuri Villaseñor cumplió con todas sus horas frente a grupo, se develó la inasistencia de Saúl García, ante lo que algunos consejeros se inconformaron y solicitaron al secretario del Consejo, Irineo Torres, que se investigara más a fondo el asunto.
Ante estas afirmaciones, el rector Gilberto Herrera deslizó que probablemente se debiera a un malentendido administrativo.
Y aunque el consejero maestro de la Escuela de Bachilleres acusó de maltrato laboral a las autoridades universitarias por realizar estas visitas de inspección, la mayoría de los consejeros estuvieron de acuerdo en que es un procedimiento necesario para garantizar que los estudiantes reciban de forma adecuada sus clases y que al final del semestre no resulten afectadas ni sus calificaciones ni sus actas.
Aunque en ese momento se consideró que sería necesaria una explicación por parte de la directora de la Escuela de Bachilleres, Rosa María Vázquez Cabrera, ésta —que había estado presente durante toda la sesión— ya se había retirado, apenas momentos antes de que se tocara el tema de la inspección.