Para las mujeres indígenas resulta común, hasta tradición, que sus esposos o concubinos les confieran agresiones físicas o sicológicas, afirmó la directora del Centro Coordinador para el Desarrollo Indígena en Tolimán, María Guadalupe Sánchez.

En entrevista, dijo que en lo que va de 2013 han atendido en esta institución 175 casos de mujeres maltratadas, quienes han sufrido violencia de parte de sus parejas.

“En lo que va de 2013 se canalizaron 175 mujeres que han sufrido algún tipo de violencia física, el resto de las atenciones que se dan es en el tema de derechos indígenas y sensibilización”, señaló.

Explicó que desafortunadamente para estas mujeres es “hasta normal” recibir esa clase de agresiones, siendo el aspecto económico la principal justificación.

“Lo ven como normal, son prácticas que vienen de generaciones, son mujeres que están dedicadas al hogar y donde el hombre tiene el control económico (…) piensan que porque proveen dinero tienen derecho a maltratarlas”, aseveró.

Las mujeres que son recibidas han sufrido algún tipo de violencia sicológica, como la principal, seguida de la física; ahí se les hace ver “que no es normal lo que sus maridos hacen con ellas”.

Les brindan la atención de rehabilitación y la capacitan sobre los derechos que tiene como persona y sobre todo como mujer, y el hecho de que los esposos consuman un acto delictivo.

Este maltrato, en algunas ocasiones, se extiende hacia los hijos, quienes son víctimas de conductas agresivas, de padres que no tienen paciencia después de una jornada laboral.

Dentro del Centro Coordinador son atendidas mujeres de la región, como de los municipios de Cadereyta, Colón y Peñamiller, aunque al ser Tolimán un lugar de prevalencia de comunidades indígenas, es ahí donde se registran más casos.

Poca denuncia

De los casos que se registran, solo un 5% deriva en denuncias ante el Ministerio Público, principalmente porque la economía les impide continuar con el proceso, ya que se requiere de acudir constantemente a la cabecera municipal, y eso implica gastos para las familias.

“Hay un impedimento económico, porque es difícil estar haciendo traslados constantes y estar al pendiente de la demanda (…) solo 5% se denuncia, de los casos que nosotros tenemos conocimiento”, mencionó la directora

Entre las alternativas que se plantean para dar independencia y suficiencia económica a las mujeres indígenas, son programas de proyectos productivos.

Además de apoyos para proyectos, existe la opción de talleres de capacitación para aprender otros oficios; y como parte de la atención sicológica se realizan ejercicios de autovaloración y autoestima, que permite mejorar la calidad de vida de las mujeres maltratadas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS