El rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Gilberto Herrera Ruiz, fue incluido en la propuesta para titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunciada ayer por el candidato a la gubernatura del Partido Revolucionario Institucional, Roberto Loyola Vera, y aunque el académico dijo sentirse halagado con la oferta, descartó aceptar alguna invitación para unirse al gabinete.
“Me siento muy honrado. Es un honor que me hayan mencionado en una terna de propuesta de gabinete, pero mi trabajo está en la UAQ. Recién acabo de ser reelecto para estar al frente de la universidad en los siguientes tres años para completar mi periodo y mi responsabilidad está en responderle a los universitarios que me reeligieron”, expuso el también ingeniero en sistemas electrónicos.
El rector de la máxima casa de estudios dijo no haber recibido la invitación directa para formar parte del gabinete de gobierno, pero calificó a Loyola Vera como un candidato con capacidad y gran visión, aunque insistió en no tener interés en dejar la rectoría.
“Él es un hombre con gran capacidad y gran visión, tiene personas incluso mejores que yo, pero yo le diría: ‘No gracias, mi responsabilidad seguirá en la universidad’, aunque [no se le había hecho la invitación directamente] yo tengo a bien enterarme apenas hoy” dijo Herrera Ruiz.
El rector descartó que algún otro candidato se haya acercado a invitarlo para formar parte del gabinete, pero de recibir la propuesta, su respuesta seguirá siendo la misma, al ratificar su intención de continuar durante los tres años correspondientes de su periodo de gestión al frente de la UAQ.
En otro tema, Herrera Ruiz confió en que los universitarios acudan a las urnas a sufragar el 7 de junio; sin embargo, aseguró que existe un gran porcentaje de estudiantes que han manifestado su intención de anular su voto en señal de desacuerdo por considerar pobres las propuestas de los aspirantes a algún cargo de elección popular.
Agregó que entre la comunidad universitaria este proceso de campaña se ha percibido aburrido y decepcionante, ya que durante los primeros 30 días de presentación de propuestas, los candidatos se dedicaron a denostarse dejando de lado la presentación de propuestas.