El ex diputado federal y ex presidente municipal de Querétaro, Jesús Rodríguez Hernández, consideró que las cifras que da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el tema de población y demografía deben ser pauta para las políticas públicas de los nuevos gobiernos municipales. “Más allá de que son una referencia obligada, representan una radiografía de la sociedad actual”, dijo.

Rodríguez Hernández advirtió que la realidad demográfica del estado refleja cambios sustanciales que exigen una reorientación de los programas sociales.

Entre los aspectos a considerar está el porcentaje de adultos mayores que hay en la actualidad y las demandas de este grupo poblacional.

El Censo de Población y Vivienda registra que a partir de 1950 se inicia un crecimiento acelerado de la población. En Querétaro, el monto de la población aumentó, entre 1950 y 2010, de 286 mil a un millón 828 mil personas, lo que en términos porcentuales significa un crecimiento anual de 3.14%. No sólo el número es significativo, hay que advertir que en las últimas décadas se registra lo que el INEGI define como envejecimiento demográfico y que involucra un cambio en la estructura por edad y se expresa en un aumento en el porcentaje de las personas de edad avanzada.

“Las demandas de una población de edad avanzada obligan a los gobiernos a desarrollar políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida, dijo.

Los gobiernos municipales, con base en las cifras del INEGI, pueden conocer datos relevantes de la población adulta mayor, por ejemplo: el número de habitantes, discapacidad, condición de derechohabiencia, el tipo de enfermedades más frecuentes que padecen, etc.

Haciendo referencia a las cifras oficiales, Rodríguez Hernández señaló que en el país 9.1% de la población tiene 60 años y más, mientras que en el estado representa 7.5%, es decir, poco más de 136 mil personas, de estos, uno de cada dos se localiza en la zona metropolitana conformada por los municipios de Corregidora, El Marqués y Querétaro. Ahí, 54.9% son mujeres y 45.1% hombres.

Esta nueva realidad es un desafío para las autoridades, señaló Jesús Rodríguez. “Años atrás la demanda principal eran aulas educativas, hoy pueden ser centros geriátricos; cada municipio debe revisar qué capacidad para garantizar los derechos a adultos mayores”.

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