En Querétaro se fundó hace 84 años el Partido Revolucionario Institucional (PRI), para ello se convocó a los líderes agrarios, obreros y pudientes que habían ganado la Revolución Mexicana, recuerda el cronista Andrés Garrido del Toral.
El también militante priísta relató que la conformación del tricolor significó una alianza de grupos de interés y una maquinaria de partido de Estado. Es decir, el instituto era como la secretaría política del presidente o del gobernador en turno.
Además, recordó que las campañas políticas, los comités estatales y municipales eran lo más parecido a un Estado Mayor Presidencial que a un sistema democrático.
Garrido del Toral explicó que a lo largo de su historia el tricolor en Querétaro se ha ido reestructurando hasta concebirlo actualmente en un PRI preparado para las elecciones de 2015, aunque dijo que existe “una dosis de arrogancia”.
El cronista consideró que se tiene que trabajar para lograr lo que se consiguió en las elecciones de 2009, cuando Jesús Rodríguez, (que en ese momento luchaba por ser candidato a la gubernatura) se hizo a un lado y se sumó a la campaña de su contendiente José Calzada Rovirosa, quien finalmente ganó las elecciones.
“Lo veo (al partido) preparado para las elecciones de 2015 pero con una dosis de arrogancia, porque así somos, me estoy incluyendo, o volvemos a la humildad de la campaña de Pepe en 2009 o nos lleva patas de cabra. Que no se mal interpreten mis palabras, tenemos presencia, organización electoral, tenemos casas de acción política, pero hay que ponerles nombre y apellido”, dijo.
El priísta consideró que está bien que el partido use la mercadotecnia, “pero sobre todo dosis de humildad, es muy fácil que una vez que estemos en el poder cambiemos y nos volvamos arrogantes, eso nos debemos de quitar”
Nuevo líder de unidad
Andrés Garrido asentó que la llegada de Alonso Landeros Tejeida a la dirigencia estatal, es una gran oportunidad de curar las heridas que hay en el partido en la entidad.
“Hoy ya viene la de Alonso y se cubrieron las formas. Él tiene la gran oportunidad de curar heridas de quienes se sienten apartados. El PRI debe ver hacia atrás, pero no para repetir los errores que nos costaron 12 años de derrotas, sino para sacar lo mejor que tenemos”.
Al hacer un análisis, el cronista sostuvo que la democracia en el PRI en Querétaro comenzó en 1998, precisamente cuando él fue dirigente estatal, porque fue elegido por votación de los consejeros electorales y municipales.
El diputado del Partido Movimiento Ciudadano y ex dirigente priísta, Marco Antonio León Hernández, reconoció que el PRI ha tenido un proceso de recomposición, principalmente con Jesús Rodríguez y José Calzada, luego de una serie de conflictos internos muy intensos, en donde se logró dejar a un lado filias y fobias y se impulsa una generación nueva de militantes.
“En este momento tiene o debe de tener un proceso de revisión interna en Querétaro, primero de sumar al interior a todo el nuevo y no tan nuevo, el viejo y el viejísimo PRI en un ejercicio de adhesión de todos, de hacer estrategias de abanderamiento de causas, de ser un partido de causa y de entrar en una comunicación ideológica con la sociedad”, consideró León Hernández.
El ex militante del tricolor agregó que “si el PRI sigue haciendo su tarea y se fortalece en la asamblea nacional, yo creo que podrá dar la batalla en serio en Querétaro frente a la derecha, lamentablemente los demás partidos no somos más que testimoniales en esta lucha, la lucha electoral va a estar entre el PRI y PAN”.
León Hernández quien abandonó las filas del Revolucionario Institucional en el año 2000. Recordó que se afilió en 1973 a este partido, cuando el gobernador el estado era Antonio Calzada Urquiza y el Ejecutivo Nacional estaba Luis Echeverría Álvarez. Asentó que no existía otro partido para aquellos que tenían aspiraciones políticas.
“No había más opciones de hacer política, no había ningún otro partido más que el PRI. Me hubiera gustado hacer política en el Partido Comunista Mexicano. No había nada de izquierda. En el PAN eran unos cuantos que en la obscuridad hacían política”. externó.
Asimismo, coincidió con Garrido del Toral en que el tricolor era un partido vertical, una oficina política de gobierno y en que su primer intento de democracia serio con Carlos Alberto Madrazo Becerra, quien planteó la integración de esa apreciación a través de una elección de seccionales.