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El municipio de Corregidora celebró con la banda de Guerra de la comunidad de Charco Blanco el CLI aniversario de la batalla de Puebla, celebrado cada cinco de mayo en México. Durante el evento autoridades municipales rindieron honores a la bandera en la explanada principal del Jardín de El Pueblito, donde se dio una reseña de lo acontecido en 1862.
En punto de las 9 de la mañana del domingo, se dio inicio a la celebración con la entonación del Himno Nacional al mismo tiempo que la elementos de la policía municipal izaban la bandera en el asta ubicada en la plaza principal del ayuntamiento. Seguido de este acto, se dio paso a la reseña de lo sucedido en el estado de Puebla entre el ejército mexicano y francés hace 151 años, un breve histórico a cargo de integrantes de la banda de Guerra.
Fue bajo las órdenes del General Ignacio Zaragoza, que el ejército mexicano derroto a las fuerzas francesas, quienes habían invadido el territorio nacional.
“Aquí desde 1861 había desembocado tropas francesas, españolas y británicas, con la intención expresa de cobrar a México una serie de deudas de dudoso origen, el gobierno inglés y español se retiraron pero los franceses que querían imponer en México un gobierno encabezado por un príncipe extranjero se quedaron y en abril de 1862, iniciaron su avance al interior del país”, informó la banda de Guerra.
En esa época México acababa de salir de una retadora contienda interna, donde el gobierno y el país eran presidido por Benito Juárez, quien había podido reunir a un pequeño ejército que puso a las órdenes del General Ignacio Zaragoza, -a quien se le dio la orden de detener a todo trance el avance francés, mientras que en la capital de la Republica se reunión nuevas tropas-.
“Zaragoza contaba con poco menos de 6 mil hombres para enfrentar el ejército francés, quien decidió concentrar el grosor de sus fuerzas a los fuertes de Loreto y Guadalupe. El 05 de mayo confiando de sus fuerzas, el ejército ataca brutalmente Loreto y Guadalupe, tres veces se saltaron los franceses las posiciones mexicanas y tres veces fueron rechazadas con grandes pérdidas con la infantería mexicana de los Generales Miguel Negrete”.
Luego del tercer asalto, se llevaron a los franceses hasta la cima de San José, obligándolos a aceptar su derrota y retirándose rumbo a Orizaba.
“En el parte que rindió el General Ignacio Zaragoza esa noche al supremo gobierno se asentó: las armas nacionales se han cubierto de gloria, puedo afirmar con orgullo que ni en un solo momento volvió la espalda el ejército mexicano durante la larga lucha que sostuvo”.