Hay que recordar que el origen de la democracia evoca al poder del pueblo, junto con una representación popular, donde la población siempre ha sido el referente para la asignación del número de diputados en una demarcación territorial. Ante esta situación, podemos sostener que el número de legisladores que representaran a la ciudadanía está condicionado por el número de habitantes de un territorio.
Recordemos las reformas trascendentales en materia electoral en nuestro estado. En la de 1978 se implementó la creación de las primeras tres diputaciones plurinominales, lo que dejó al Congreso con 15 diputados: 12 de mayoría relativa y tres de representación proporcional, adaptándose en este caso a la representatividad popular.
Con el paso de tiempo y ante el crecimiento poblacional en 1990, se realizó una nueva distritación, con lo que se aumentó de 12 a 14 distritos electorales, lo cual se justificó por al aumento de la población, tomando como referencia el censo de 1990, en comparación al de 1980, el cual arrojaba que Querétaro tuvo un crecimiento demográfico en promedio de 739 mil habitantes a un millón 51 mil habitantes, es decir, un crecimiento del 50% poblacional y demográfico.
El crecimiento que se ha presentado en nuestro estado de 2000 a 2010, ha sido exponencial, pues pasó de un millón 404 mil habitantes a un millón 827 mil al año 2010. Lo que representaba un crecimiento de alrededor del 31% de la población.
La LI Legislatura del estado fue la primera en contar con 25 diputados, derivado a la reforma de la constitución local en el año de 1994, junto con la creación de la Ley Electoral de Querétaro, situaciones que derivaron que, desde ese entonces y hasta hoy día, contemos con 25 diputados locales.
Podemos observar que las reformas anteriormente mencionadas consideraron el crecimiento demográfico para la asignación del número de representantes que habrán de ejercer la representación popular.
Es tiempo de recomponer y actualizar la representación popular, necesitamos adecuar el número de diputados que llegan vía directa, para que coincida con el número de habitantes en el estado.
Con ello, lograríamos que los representantes populares tenga una mayor legitimación ante la ciudadanía que los elige.
Proponemos aumentar el número de diputados elegidos de forma directa en nuestro estado; basta con revisar el número que arrojó el censo de 2010 para justificar esta postura.
Ante esta situación, y con un estudio técnico puntual de la población actual del estado y de los anteriores procesos de distritación que se realizaron, tenemos una propuesta en la que pondera la objetividad.
Proponemos la modificación de 15 a 19 distritos electorales y la disminución de 10 a 8 diputaciones plurinominales; para quedar un total de 27 diputados que integren el Poder Legislativo del estado de Querétaro.
Dejamos claro que está propuesta va acompañado necesariamente de una restricción en el presupuesto que se ejerza. Es decir, no permitiremos que se eleve el presupuesto actual del Poder Legislativo con la inclusión de dos diputados más.De esta manera, al aumentar los distritos electorales, aumentamos el número de diputados que llegan por el voto directo a ocupar un cargo de representación y legitimamos el concepto de representantes populares; disminuyendo también el número de representantes proporcionales, a los cuales cada día se opone más la ciudadanía, pero que tienen una razón pura de existir. La misión de nosotros es precisamente esa, que la representación proporcional precisamente sirva para representar a las minorías y no para garantizar la mayoría de un partido en el Congreso del estado.