Los integrantes de la Junta de Concertación Política de la 57 Legislatura concedieron derecho de audiencia a los postulantes para la presidencia de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), quienes manifestaron sus argumentaciones en relación con la nueva elección.

Este proceso se debe a una demanda que ganó el aspirante al cargo César Pérez Guzmán frente a la convocatoria del 2012 que restringía su participación por superar los 60 años de edad, y fue avalado por instancias estatales y federales, quienes rectificaron que era violatoria de derechos humanos.

En su primera audiencia frente al Congreso, el actual presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), Miguel Nava Alvarado, insistió en señalar errónea la sentencia que dictó el Tribunal Superior de Justicia de Querétaro (TSJ) así como la interpretación que le da la Legislatura local.

Aseguró que la sentencia y el mismo proceso carecen de fundamentos y tiene anomalías de forma y fondo, incluso acusó que la magistrada Celia Maya tiene afinidad política con César Pérez Guzmán.

“La sentencia está plagada de ilegalidad, muchos comunicadores han hecho pensar que yo enloquecí y no, no estoy enloquecido, simple y sencillamente soy un defensor de la legalidad”, reclamó Nava.

Alvarado argumentó que en ninguna de las sentencias existe el llamado a que “repongan” el proceso de la elección, ya que de manera textual sólo se lee “analizar” la documentación presentada en comparación con la de la persona designada, a fin de elegir entre ellos dos; por lo que pide que sólo se revise la currícula y se compare para decidir.

Por último, exigió a los diputados actuales que esperen a que se concluya el juicio de amparo que interpuso contra los 13 magistrados por delitos contra la administración de justicia, así como la solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El contrincante

En contraste, su contrincante José Julio César Pérez Guzmán aprovechó para compartirle a la Junta de Concertación su interés de participar para la ciudadanía. Sostuvo que tiene la capacidad y experiencia que se requiere frente al cargo.

El activista de 73 años de edad hizo énfasis en su trayectoria en la lucha de los derechos humanos. Se pronunció a favor de un trabajo responsable y de la Defensoría de los Derechos Humanos.

“Siempre he sido y seré toda mi vida un promotor y defensor de los derechos humanos dondequiera que me corresponda servir”, resumió.

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