La Fundación “Josefa Vergara y Hernández”, propietaria del Teatro de la República, informó a través de un comunicado que este inmueble no está a la venta, sino que busca que la federación lo adquiera para que forme parte de los bienes de la nación.
El presidente del patronato de dicha fundación, Jaime García Olivares, reiteró que la intención es que el gobierno adquiera este monumento histórico y negó que pretenda venderlo a la iniciativa privada.
Puntualizó que en caso de que se concrete la adquisición por parte del Gobierno de la República, el dinero obtenido —el monto solicitado es de 100 millones de pesos— sería destinado a construir el proyecto Ciudad Josefa Vergara, en el que se construirían, en un mismo espacio, tres albergues y una escuela para niños ciegos y débiles visuales lo que beneficiaría directamente a más de 200 niños queretanos.
El comunicado explica que el testamento de doña Josefa Vergara y Hernández, emitido un 29 de diciembre de 1808, señala que la filántropa legaba todas sus propiedades a labores altruistas y designó como albacea al cabildo de Querétaro.
En 1849, el ayuntamiento de ese entonces, se hizo cargo de reanudar la construcción del coliseo que fue estrenado el 2 de mayo de 1852 con el nombre de Teatro Iturbide, posteriormente, el 5 de febrero de 1922 el entonces gobernador José María Truchuelo Ruiz, le cambió el nombre por Teatro de la República.
En la construcción del teatro, se invirtió dinero del legado de Josefa Vergara bajo la condición de que cuando se culminara la construcción, pasara a ser parte del patrimonio de la misma.
En 1881, debido a la carga de trabajo, el ayuntamiento de Querétaro tomó la decisión de renunciar al cargo de albacea, poniéndolo en conocimiento del mandatario estatal de ese entonces, Francisco González de Cosío, para que determinara lo que fuera más conveniente.
Por este motivo, el gobernador mandó publicar el decreto número 62, en el periódico oficial La Sombra de Arteaga número 34, Año XIV, del 31 de diciembre de 1881. En el artículo primero se ordenó el cese del encargo del ayuntamiento del legado dejado por Josefa Vergara y se creó una junta de administración de los inmuebles, lo cual modificó el manejo de la Fundación “Josefa Vergara”.