“La desaparición de migrantes es un problema real no sólo en Querétaro, sino en todo el país, por lo que es necesario que se realicen acciones inmediatas al respecto”, consideró el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez.

Subrayó que la Iglesia también ha tomado conocimiento de desapariciones de migrantes, principalmente en la Sierra Gorda, donde pobladores han reportado los crímenes a esta institución. Se refirió a la desaparición de ocho mujeres migrantes de origen hondureño en las cercanías de Tequisquiapan.

“Nosotros tenemos el dato de que no sólo en Tequisquiapan, también en la Sierra (Gorda), nosotros confiamos en las autoridades porque ellos tienen esta tarea, para que ellos nos hablen de la veracidad de estas afirmaciones”, dijo el obispo.

Dio a conocer que la diócesis queretana busca trabajar con los migrantes que pasan por el estado, y aseguró que la pastoral ubicada en el pueblo de Bernal, constantemente se acerca con los viajeros que buscan llegar al norte del país.

“Hay un trabajo que se hace con los migrantes que pasan en los vagones y sólo colaboramos con recursos para que todos esos hermanos lleven algo de alimento durante sus viajes”, apuntó Faustino Armendáriz.

El obispo de origen tamaulipeco dijo que ha atestiguado situaciones similares desde su natal estado, por lo que aseveró que la problemática es de origen nacional y que se debe hacer frente a la brevedad para minimizar y erradicar este fenómeno.

Estas declaraciones se desprenden de la afirmación del presidente de la Casa del Migrante “González y Martínez”, Mario González Melchor, quien denunció que hace tres semanas les reportaron la desaparición de ocho mujeres, al parecer, de origen hondureño y de 25 años de edad en promedio, en hechos ocurrido en el municipio de Tequisquiapan.

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