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La intención de voto en el estado de Querétaro para la elección de gobernador está empatada entre el panista Francisco Domínguez Servién, de Acción Nacional, y Roberto Loyola Vera, postulado por la alianza en PRI, PT, PVEM, y Nueva Alianza.
Según la encuesta en vivienda, que EL UNIVERSAL aplicó entre el 28 y 30 de marzo en la entidad, el abanderado albiazul cuenta con 47.5% de la intención de voto, mientras que el candidato de la alianza tripartita cuenta con 45%. La diferencia entre ambos es menor al margen de error de la encuesta, por lo que no es posible determinar quien cuenta con mayor apoyo.
Los otros candidatos tienen porcentajes reducidos: el perredista Adolfo Camacho cuenta con 3%; la candidata de Morena, Celia Maya, apenas alcanza 2%.
Al momento en que fue levantada la encuesta, Salvador López Ávila, de Movimiento Ciudadano, registró porcentajes menores a 1%.
En Querétaro, 42% de la población dice estar seguro de votar por el partido que eligió en la encuesta, pero 32.6% considera que aún podría cambiar, por lo que habrá que esperar el avance de las campañas que acaban de iniciar en el estado para observar como cambian los porcentajes de intención de voto.
Como sucede en todos los estados, el mayor porcentaje de los entrevistados —46.1%)— no se considera seguidor fiel de algún partido político, sino “independiente” y suele votar más por el candidato que por el partido.
Por otro lado, en la entidad, 51.8% cree que los resultados que el Instituto Electoral del estado de Querétaro (IEEQ) proporcione serán confiables frente a 41.1% que opina lo contrario.
La mayoría —58.1%— creería al instituto y no a su candidato si éste no aceptara los resultados.
