Víctor Manuel Esquivel Hernández de 58 años de edad, oriundo del municipio de Querétaro, desde hace 13 años en el mercado de El Tepetate, vende ajos, lentejas y garbanzos. Su principal preocupación, dijo, es proporcionar sustento a sus seis hijos y esposa.

De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en la capital queretana hay 218 zonas de marginación y pobreza. De ellas 143 mil pobladores sufren pobreza alimentaria.

El Coneval cataloga cuatro indicadores que determinan la marginación alta: condiciones de ingreso, acceso a la alimentación, salud y vivienda.

Víctor Manuel expresó que con lo poco que percibe no le alcanza para alimentar a su familia, por lo que se ve obligado a ingerir su propia mercancía para completar la comida del día.

“Las cosas que comercio las traigo de la Central de Abastos, pero esta carísimo todo lo que compro, y no se vende, si uno no comercia pues no come. Cuando no se vende nada, uno quisiera comer un taco de carne, pero no alcanza y pues con un caldito de garbanzo o de lentejas con ajo, comemos”, lamentó.

Durante el día, don Esquivel apenas logra vender un kilogramo de cada producto a 10 pesos, monto ocupado para acompletar con tortillas y salsa, la comida de legumbres.

La razón por la que comercia alimentos, dijo, es para asegurar la comida de cada día, pues señaló que a todos los comerciantes ambulantes de El Tepe —como también lo conoce la gente— les va igual que a él con respecto a las bajas ventas que registran, así comercien churros, ropa, zapatos, trastes y de más utensilios para el hogar, la diferencia, expuso, es que los enseres domésticos no pueden ser ingeridos.

“Si comercias coladeras y en el día no logras vender ni una, pues no te las puedes comer. En cambio un caldo de lentejas o de garbanzos te llenan por lo menos el estómago”, consideró.

Otro de los problemas a los que se enfrenta Víctor es el acoso por parte de los inspectores municipales y la falta de licencia para comerciar.

“El gobierno nos ha movido. Yo soy comerciante ambulante, hemos tratado de que nos dé una reubicación, pero hasta ahora no es posible que nos haya escuchado. Nosotros tenemos que estar migrando de mercado en mercado”, denunció el comerciante.

Dijo que durante los 13 años que ha comerciado en el mercado de El Tepe de igual forma lo ha hecho en el de La Cruz y Escobedo, debido a que los inspectores municipales lo retiran del mercado de El Tepetate, pero siempre, señaló, regresa a este lugar de venta a un costado de la colonia España.

“Estamos un ratito en uno, un ratito en otro pero siempre constantes. Yo por ejemplo llevó 13 años comerciando aquí en el Tepetate a veces me muevo pero siempre regreso”, celebró el comerciante.

Apoyos gubernamentales

Para aliviar la pobreza alimentaria que se registra en el municipio capitalino, este fue integrado al programa federal Cruzada Nacional contra el Hambre (Sinhambre) el cual tendrá un alcance de apoyo a 7.4 millones de personas a nivel nacional.

De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, Sinhambre tiene los objetivos siguientes: cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación.

Además, pretende eliminar la desnutrición infantil aguda y mejorar los indicadores de peso y talla de la niñez, aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas, minimizar pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización. Asimismo, promover la participación comunitaria para erradicar el hambre.

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