Con la intención de elevar las penas contra los agresores sexuales que ataquen a menores de edad, la Comisión de Administración y Procuración de Justicia aprobó la reforma al Código Penal del estado. Ahora este delito será perseguido por oficio, no habrá libertad bajo fianza y las penas mínimas serán de entre dos y tres años en prisión.
Según el autor de la iniciativa, Luis Antonio Rangel Méndez, anteriormente este tipo de delitos eran castigados con multas de hasta tres meses y 20 mil pesos, sin embargo, la intención es que estas personas no puedan salir fácilmente en libertad, por lo que al reformar los artículos 165 y 166 del Código Penal se establece que un acto de esta magnitud será castigado con hasta siete años de cárcel.
Asimismo, se adicionó el artículo 166 bis, en el cual se señalan cuáles son los motivos que constituyen un agravante y que incrementarían la pena en dos terceras partes: con intervención directa de dos o más personas, cuando se emplee violencia física o moral, cuando se trate de familiares hasta en cuarto grado, cuando se trate de una persona que viva en el mismo domicilio e inclusive cuando se trate de sacerdotes, maestros o doctores.
“Armonizan lo que hoy señala el Código Penal con lo que señala el nuevo Sistema Penal Acusatorio. Se aclaran algunos términos; por ejemplo, el de abusos deshonestos es un tema que ya no va a aparecer en nuestro Código Penal, dado que la subjetividad de la honestidad es una ventana que les da a los delincuentes la oportunidad de regresar a las calles con derecho a fianza y poner en riesgo a la niñez. Lo más importante es poner penas más severas, no habrá privilegios que antes tenían los delincuentes”.
Anteriormente no se contemplaban penas contra aquellas personas que abusaban de la confianza que la familia le tenía, por lo que ahora se considera un agravante y todos los actos de violación contra menores serán investigados por oficio, sin que una persona pueda retirar la demanda.
Esto ocurre así toda vez que anteriormente se detectaron casos de personas que por miedo pedían que se terminara el juicio sin ningún castigo.