En su visita al Congreso queretano, el embajador de Sudáfrica, Sandile Nogxina, aconsejó que la situación actual que se vive en México se busque solucionar por cualquier alternativa, menos por la guerra, ya que “se pierde todo cumplimiento a los derechos humanos”.
En conferencia de prensa, el sudafricano compartió su aprendizaje a través de las vivencias que tuvo con el activista Nelson Mandela, quien fungió como presidente de Sudáfrica y fue mediante su gobierno que se modificó la estructura social y política del Apartheid, además de que combatió el racimo, la pobreza y la desigualdad social.
“Fui uno de esos jóvenes que tuvieron el gran privilegio de que la historia nos pusiera en un lugar en el que no solamente tuve que sufrir bajo el régimen del Apartheid, sino participar en la transición de ello con el liderazgo de Nelson Mandela”.
Resaltó que la lucha armada por Sudáfrica se detuvo a partir de la petición y convicción de Mandela para buscar otras maneras de negociación, pese a que al inicio se negaron por el continuo rechazo que vivieron en el sistema de segregación racial en Sudáfrica.
Mandela logró cambiar la forma de pensar a una manera más humanista y pacífica.
“Él pudo cambiar nuestra forma de pensar, del poder de forma militar o armada a una de transición pacífica. Recordemos que en aquel tiempo, en nuestra mente teníamos bien claro que queríamos destruir a nuestros africanos blancos, y el dijo que no, al asegurar que ellos son tan sudafricanos como nosotros”.
De esta manera, dijo, la guerra terminó y se buscó dejar la amargura y resentimiento para evitar estar aprisionados de por vida.
Por lo anterior, sostuvo que a partir de su experiencia de vivir en carne propia una guerra, advirtió que los resultados que provocan a los seres humanos son severos.
Sandile opinó que la situación actual de violencia que vive México por el crimen organizado y por la indignación social por casos de injusticia, como el de los 43 normalistas desaparecidos, debe ser resuelta con otras tácticas y usar como último recurso la guerra o la lucha armada, debido a que se perdería en la totalidad el cumplimiento a los derechos humanos. “La guerra debe ser la táctica usada como último recurso, y no creo que hoy día haya un lugar para la guerra”.