El patio barroco del claustro de San Agustín fue construido en el siglo XVIII. Este inmueble ha sido utilizado para diversos fines y fue hace 24 años que se convirtió en el Museo de Arte.
Fue habitado por los padres agustino; sin embargo, con las leyes de Reforma se despojó a la Iglesia de sus bienes y se convirtió en Palacio Federal durante la presidencia de Porfirio Díaz.
Pasaron los años y albergó desde la Secretaría de Hacienda hasta Correos de México.
Hace 24 años es el Museo de Arte de Querétaro, hospedando una colección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de diversas disciplinas.
Cuenta con 16 salas de exposiciones, de las cuales nueve son permanentes.
La directora del museo, Marcela Herbert Pesquera informó que en el lugar se organizan diferentes eventos, principalmente exposiciones temporales con artistas de todo el mundo.
“Trabajamos con diferentes empresas y embajadas. Este año tuvimos una exposición de la gráfica italiana que el Instituto Italiano de Cultura apoyó, así como, la de Bancomer, con una gran colección de 1960–1990, en la que se presentaron artistas consagrados”, relató.
Este año, se han realizado 29 exposiciones, además, de presentaciones de libros, conferencias, conciertos y las exhibiciones temporales organizadas con visitas guiadas al claustro.
“Trabajado en cantera roja”, es una mezcla entre el diseño de los españoles e indígenas que radicaban en el estado, ya que su iconografía representa la vida de San Agustín y esta basada en uno de sus libros llamado Las Confesiones.
“Se divide en dos plantas. La de abajo es la parte terrenal, y están representadas las tres etapas del hombre. Está el anciano en cada esquina, en el que se observa al personaje con barbas, arrugas; al centro tenemos al adulto de cada una de las fachadas del patio, donde su pie está levantado un poco para elevarse la parte espiritual y al lado está el joven que tiene todo apoyado el pie en la ménsula dando a entender que esta más en la parte terrenal”, señaló.
Explicó que el agua es el elemento principal del claustro, misma que purifica los pecados del hombre.
En la planta alta están los sacerdotes con sus manos levantadas, donde tienen diferentes posiciones de bendiciones y en las esquinas de sus brazos hay distintos animales. Cada figura plasmada significado algo y evoca a la vida de este teólogo. Herbert Pesquera aseguró que siempre tienen el cuidado de mantenerlo en buenas condiciones. Actualmente trabajan en la reparación de las cámaras de seguridad con las que cuenta el museo que alberga grandes obras.
Afluencia
Este museo recibe al año a 55 mil personas en promedio y cuenta con un equipo conformado por 43 personas, entre los guardias, servicios educativos, el departamento de museografía y el voluntariado docente que dan las visitas guiadas.
La entrada a este museo es de martes a domingos de 10 de la mañana a 6 de la tarde, con un costo de entrada general de 30 pesos; estudiantes y maestros, así como adultos mayores con credencial y los niños menores de 12 años no pagan entrada.
Los martes la entrada es gratis al público en general.