“Ricardo Anaya es mi amigo, pero no meto las manos al fuego por él” afirmó Jorge Rivadeneyra Díaz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Querétaro.

En conferencia de prensa, explicó que “es complicadísimo” lavar dinero a través de transacciones inmobiliarias —como se ha señalado en el caso Anaya-Manuel Barreiro—, y serán las autoridades las que determinen su responsabilidad.

Las acusaciones contra Anaya Cortés refieren a la venta de una nave industrial a través de una empresa fantasma, además de un sobreprecio. A decir de Rivadeneyra Díaz, quien se dedica a la operación de naves industriales, las transacciones de compra-venta y renta de naves es una actividad común en Querétaro y con esquemas similares al de Anaya.

“Dedicándome al tema de naves industriales me parece complicadísimo lavar dinero haciendo naves industriales, hay que conseguir la tierra, hay que construirla, hay que buscar el cliente, mi opinión es que no hubo ilícitos, pero yo no soy autoridad, soy empresario, y tengo un nivel de información limitado”.

Lamentó el golpeteo político que, desde su perspectiva, se puede agudizar en la recta final de las campañas “mucha gente está metida en ese negocio, la gente busca canalizar sus ahorros a pequeñas bodegas, medianas bodegas o grandes bodegas para patrimonializar el dinero”.

Respecto de la cancelación de los candidatos [al foro de Canacintra], los organizadores expresaron que se trató de un error de los asesores de los mismos, pues desdeñaron un foro nacional que representa más de 25% de los empleos en México.

Rivadeneyra Díaz mencionó que la falta de Anaya (candidato de la coalición Por México al Frente) se debió a un cambio de estrategia en la campaña del candidato luego del debate, mientras que Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, supuso que se trataba de un evento a nivel Querétaro, por lo que no tomó en cuenta.

José Castella Ferez, tesorero de Canacintra, mencionó que en la Convención Nacional participaron más de mil 300 industriales de México.

“Si ellos decidieron por una cuestión de estrategia, por una cuestión de agenda, a lo mejor no tomaron en cuenta que los más de mil 300 industriales vienen de toda las regiones, de las 78 delegaciones de Canacintra, con 50 mil empresas afiliadas que generan un millón de empleos; pensar que iban a hablar únicamente a la empresaria local, creo que fue un error de sus asesores”.

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