Trabajadores despedidos por la actual administración del municipio de Cadereyta, que encabeza León Enrique Bolaño Mendoza, se manifestaban afuera de Palacio de Gobierno. Llevaban más de hora y media gritando consignas y exponiendo sus demandas, cuando la puerta de la Casa de la Corregidora se abrió y salió el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, quien se comprometió a solucionar el conflicto, y aunque el edil en cuestión es panista, afirma que “no lo voy a defender”.
Al menos eran 50 los trabajadores que hicieron acto de presencia en la manifestación de ayer, la tercera en esta semana, según su dicho, y que nadie había escuchado, nadie había hecho visible.
Pedían justicia y acusaban a Bolaño Mendoza de despedir de manera injustificada a los trabajadores que llevaban al menos un trienio trabajando en el municipio, pues otros tenían más años de labor.
Antonio Villagómez Muñoz, representante de los trabajadores y del movimiento Antorcha Campesina en Cadereyta de Montes, señala que además del despido injustificado, los trabajadores cesados tienen adeudos con cajas populares por créditos que pidieron cuando trabajaban en la administración y que supuestamente fueron pagados por el ayuntamiento.
Los trabajadores afirman que existen más de 200 demandas laborales a más de un año del inicio de la actual administración y no se les ha dado respuesta, y que seguramente las resoluciones serán a favor de los trabajadores, pues fueron despedidos injustificadamente.
El gobernador Domínguez Servién escucha atento, su gesto es relajado, no se ve tenso, ni preocupado.
El gobernador recuerda que el año pasado recomendó al edil de esa localidad no llevar a cabo la feria municipal, justamente por la falta de recursos, pues presentaban deudas a todos.
“Si salgo, es porque quiero ayudarlos. Yo voy a hablar con él [Bolaño Mendoza], el tiene dinero extra que consiguió con el Congreso de la Unión para el año que entra. Si la situación es tal, yo le presto dinero como gobierno del estado, se lo puenteo, se lo quito de las participaciones del año que entra”, indica Domínguez Servién.
La administración estatal tiene la capacidad de retener el dinero que se destina a Cadereyta, “le va peor a él si no los atiende… y es de mi partido y no lo voy a defender. Tiene que enfrentar sus situaciones y no me las tiene que mandar a mi”.