Entre la falta de oportunidades hay historias que nos ponen el ejemplo. A Alejandro Javier González Silva no lo detuvieron sus 64 años cumplidos ni moverse en una silla de ruedas para concluir, exitosamente, dos carreras profesionales en la máxima casa de estudios de la entidad, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Don Ale —como lo llaman sus compañeros y maestros en la universidad— inició hace aproximadamente cuatro décadas su formación profesional, primero como ingeniero en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el estudiante además cuenta con dos maestrías, en Administración y en Calidad y Productividad.

Tras llevar la mayoría de su vida dedicada a su familia y de arduo trabajo en la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), don Alejandro decidió inscribirse a los cursos propedéuticos para ingresar a la Universidad Autónoma de Querétaro, y lo hizo por partida doble, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para la Licenciatura en Sociología, y en la Facultad de Filosofía para estudiar la Licenciatura en Filosofía.

“Soy una persona un tanto inquieta, no puedo estar sin hacer nada, además desde muy joven me interesaron ambas disciplinas que para mí son como dos hermanas que caminan juntas y que nos brindan herramientas fundamentales para analizar los fenómenos y problemáticas sociales de todos los tamaños, desde los de una pareja, una ciudad, un país o la humanidad entera”, puntualizó González Silva.

Para el egresado no fue complicado titularse por promedio en ambas licenciaturas, sin embargo, considera que hay que comprometerse y leer mucho cuando se ingresa al nivel superior para dar buenos resultados, “en las mañanas venía a clases al Centro Universitario y en las tardes al Campus Centro Histórico; hay algunas materias difíciles, pero si yo lo estoy logrando a mis 64 años de edad, con más razón un muchacho de 18 años”.

Desde hace algún tiempo el ingeniero ha padecido una serie de problemas de salud derivados de daños en su columna vertebral y las rodillas, y aunque ya se sometió a una primera cirugía, la mejora aún no ha sido total, por lo que en este momento necesita de una silla de ruedas para desplazarse.

El sexagenario considera que una segunda operación podría devolverle su movilidad y tal vez sólo usar un bastón para moverse.

”Ahora quiero comenzar a viajar, tengo ganas de tomar algunos cursos en universidades del extranjero y voy a escribir ensayos acerca de fenómenos sociales y morales; hay muchos temas de interés.

“Como humanidad estamos enfrentando grandes problemas y los próximos años serán cruciales, debemos enfrentar y combatir la contaminación y la extinción de especies, además de la situación política-económica en la que estamos inmersos”, señaló don Ale, quien ahora es “200% Universidad Autónoma de Querétaro”.

Preocupaciones. Otra de las inquietudes del sexagenario es el poco presupuesto que se les otorga a las universidades públicas en el país, “recortar el presupuesto a la educación es un crimen, no es posible que por falta de cupo en las universidades públicas del país tantos jóvenes se queden sin estudiar.

“El papel que tienen estas instituciones es fundamental y no podemos permitir que terminen con ellas, pues también desaparecerían las humanidades y el conocimiento que se genera con estas ciencias es importantísimo”, subrayó el universitario.

Además, manifestó que es necesario que las opiniones de los expertos e intelectuales de las instituciones de educación superior se den a conocer.

“Cuando todas las personas logren darse cuenta de lo que está pasando realmente en México y en el mundo, es cuando se van a organizar y se comenzarán a mover, hay que confiar en la Universidad para enfrentar los grandes retos.”

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