A pesar de que el periodo de precampañas concluyó el pasado 11 de febrero, la promoción de diversos actores políticos que aspiran a una candidatura continúa vigente en las redes sociales, pues hasta el momento no existe alguna legislación para regular el proselitismo digital.
Según datos de la Asociación Mexicana de Internet, de los 70 millones de internautas que hay en México, 83% utiliza esta vía de comunicación para acceder principalmente a sus redes sociales, por lo que la información e imágenes que ahí se difunda puede tener una gran cantidad de réplicas o viralizaciones.
En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, la especialista en redes sociales, María Villalobos, señaló que aún es difícil que haya una regulación sobre el contenido de las plataformas sociales, ya que de manera oficial, únicamente los gobiernos, partidos o candidatos tienen responsabilidad de sus publicaciones en el tiempo en que éstas se hicieron, después si un ciudadano quiere replicar esa información, queda fuera de sus manos.
“Si yo como ciudadano comparto algo que fue publicado en un canal oficial hace tres o cuatro meses no es culpa del canal oficial, es culpa del que lo comparte, bueno, es un derecho del ciudadano de compartir lo que se le dé la gana”, explicó la especialista.
Mayoría saca provecho de la falta de regulación
En ese sentido, comentó la especialista, esta situación es aprovechada por las personas para que, aún en tiempo de veda electoral, se puedan estar replicando una y otra vez los mensajes partidistas, apoyándose de supuestos simpatizantes que, muchas veces, actúan desde el anonimato y de los cuales no habría manera de comprobar que fueran pagados por algún actor político.
“Es aprovechado, por supuesto (…), es como si salieras y le dijeras a la gente que está en la calle, a ver, por favor, no promuevas a un candidato porque está prohibido ahorita. Si lo dice el candidato está mal, pero si lo dice una persona, pues tendría que demostrar que es alguien de su equipo, que está contratado”, compartió.
A pesar de que hacer una regulación se ve complicado, puso como ejemplo que luego de las campañas de Hillary Clinton y Donald Trump para la presidencia de los Estados Unidos, Facebook —con más de 2 mil 167 millones de usuarios en el mundo— comenzó a tomar cartas en el asunto a través de las denominadas fake news, ya que a pesar de que la red social sostenía que no era un medio de comunicación, sino un espacio para compartir contenido, se comprobó que el algoritmo con el que trabaja para mostrar información está sesgado y se basa en las preferencias del usuario.
“Lo que pasa es que el algoritmo de Facebook está sesgado, o sea es un algoritmo tramposo porque Facebook te muestra más lo que quieras ver. Haz de cuenta, si a mí me interesan las notas de Trump, me deja de mostrar (noticias) de otros candidatos y me muestra de Trump, entonces, se vuelve un medio sesgado”, ejemplificó.
En este sentido, es importante recordar que la red social Facebook firmó un acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) hace unas semanas para combatir precisamente las fake news durante el próximo proceso electoral.
IEEQ solo actúa con denuncia
A pesar de que este tipo de propaganda no se puede regular como tal, el secretario ejecutivo del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ) José Eugenio Plascencia Zarazua, explicó que si bien el organismo electoral tiene facultades de investigar hechos relacionados con publicaciones electorales en redes sociales, únicamente lo puede hacer cuando existe una denuncia hecha por algún ciudadano o algún actor político, pues el órgano electoral no está facultado para revisar y sancionar de oficio este tipo de publicaciones.
Asimismo, Plascencia Zarazua recordó que el 11 de febrero inició el periodo denominado de intercampaña, mismo que concluye el 13 de mayo, es decir, un día antes de que den inicio de manera oficial las campañas electorales en el país. En este periodo, nadie puede hacer llamado a voto a través de ningún medio, enfatizó.
Otra de las herramientas con las que los aspirantes hacen proselitismo indirecto es la difusión de encuestas sin ningún rigor metodológico, científico y sin el aval de la autoridad electoral.
Dichos ejercicios tienen preguntas como: “si fuera hoy la elección, ¿por quién votarías?”; además aparecen comentarios hechos por presuntos “simpatizantes” para defender al candidato de su preferencia ,y por supuesto, se da de manera más activa la participación de los denominados bots y trolls, que se encargan de emitir comentarios que destaquen alguna situación con la intención de favorecer o afectar la imagen de terceros.
En mayo del año pasado, previo a la aprobación de la reforma a la Ley Electoral del Estado, fue discutida la forma en que se pudieran o no sancionar los actos anticipados de campaña en las redes sociales; sin embargo, el tema pasó desapercibido durante la votación de dicha legislación quedando así al libre criterio de los usuarios de las mismas.
Esta falta de regulación fue aceptada a pesar del rol que juegan las redes sociales como instrumentos de comunicación, pues, de acuerdo con información del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), estos espacios contribuyen a la libertad de expresión.
Costos de propaganda en redes
Una de las herramientas que ha permitido dar mayor difusión de mensajes a los usuarios de internet es la posibilidad de hacer campañas publicitarias a través de Facebook, Twitter y Google, ya que con precios muy accesibles se puede llegar a cientos y hasta millones de personas en una sola región o en todo el mundo.
Por ejemplo, en el caso de Facebook, si se decidiera hacer cinco publicaciones el día se gastarían unos 500 pesos, permitiendo llegar a unas 4 mil personas, lo cual representaría una inversión muy moderada.
En este caso, el único límite que se tiene en Facebook para promover e invertir en propaganda es el alcance de la población, lo que significa que si en Querétaro hay 1 millón de usuarios ese sería el tope para poder invertir; también es importante mencionar que al momento de elegir el tipo de campaña que se quiere realizar, se tiene que determinar su duración y el público al que se quiere impactar. En México hay 85 millones de usuarios de esta red social.