Durante 2012 se registraron en la entidad 100 mil 677 casos de enfermedades diarreicas agudas, y en lo que va del año, las unidades del sector público han reportado 25 mil 846 casos.
La enfermedad diarreica se caracteriza por presentar un cuadro clínico autolimitado de inicio rápido, con una duración menor de cinco días y presencia de evacuaciones líquidas e incremento en la frecuencia de las mismas, que puede ir acompañada de vómito, náusea, dolor abdominal o fiebre y deshidratación, siendo ésta última la complicación más grave.
Por ello, la Secretaría de Salud recomendó que cuando se presente un cuadro diarreico debe mantenerse la alimentación habitual, incluyendo el pecho materno cuando sean niños pequeños; aumentar el consumo de líquidos claros como tés, agua, sopas aguadas y caldos, alternando con el Vida Suero Oral (VSO) y la consulta médica oportuna.
Explicó que hay signos de alarma que indican que es urgente llevar al niño a la unidad de salud más cercana, como sed intensa, evacuaciones o vómitos frecuentes, falta de apetito y sed, fiebre alta y persistente, sangre en las evacuaciones o si el niño no mejora en tres días.
El vómito y la diarrea son causas graves de deshidratación en niños, por la pérdida excesiva de agua y sales que son indispensables para el cuerpo humano.
Para evitar la deshidratación, debe de consumirse el Vida Suero Oral, que se prepara de la siguiente forma: en un litro de agua potable, se coloca la solución del sobre de Vida Suero Oral, se revuelve hasta que este se disuelva, y se proporciona mediante cucharadas o sorbos pequeños después de cada evacuación.
Durante el año 2012, la Secretaría de Salud distribuyó en el estado, un total de 62 mil 431 sobres de VSO, y en el primer trimestre del 2013 se han distribuido 18 mil 898.
En todas las unidades de salud, se otorga de manera gratuita el Vida Suero Oral, insistimos en que se debe acudir de manera inmediata ante la presencia de cualquier signo antes mencionado, para evitar cualquier complicación.
La dependencia reiteró la importancia de participar en la prevención de las diarreas con medidas sencillas como el lavado de manos frecuente, el consumo de alimentos bien cocidos o fritos, el lavado y desinfección de frutas y verduras y el consumo de agua hervida, clorada o purificada.