De acuerdo con el director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Ricardo Ugalde Ramírez, debe analizarse el término correcto para definir a la unión entre las parejas del mismo sexo o matrimonio igualitario, tanto en materia de derecho como en la legislación, para evitar caer en actos de discriminación u ofensa.
En este sentido, aseguró que es también un tema que debe enseñarse en las aulas o con una clase específica para los alumnos universitarios que van iniciando sus estudios dentro de la licenciatura.
“Esto, más bien, tiene que ver con iniciar un proceso de aculturación, en donde transmitamos no solo el derecho a los estudiantes, sino de la distinta visión que se puede tener en distintas personas sobre cómo llevar su vida y que tiene que ver sobre la dignidad de las personas y a su libre derecho de desarrollo de un sujeto. Debe haber ciertas condiciones que deben ser respetadas por las autoridades y por los propios gobernados”, aseveró Ugalde Ramírez en entrevista.
Y es que dijo, en muchas ocasiones y bajo ciertas frases, se agreden estas uniones, al mencionar la palabra “gay”, denostando a las personas, cuando es un hecho que no se tiene que calificar de alguna u otra manera porque tienen preferencia sexual distinta.
“No me atrevería a decir que hay un término, pero hay que trabajar mucho en cómo vamos a lograr identificar esta nueva condición social de dos sujetos. No es una asociación, no es un contrato, no es un matrimonio en términos reales: es la unión de dos personas que deciden llevar una vida junta, una unión común en donde seguramente compartirán —como lo hacen los matrimonios ordinarios que conocimos hasta ahora— problemas, soluciones, momentos gratos e ingratos”, destacó.
El también académico conminó a realizar un trabajo que debe desarrollarse conforme al paso del tiempo, logrando así que las personas entiendan el tema de la diversidad que se da en los estados constitucionales de derecho.
“Son matrimonios entre personas con una preferencia diversa, lo que implica que todos, autoridades y gobernados, empecemos a entender que hay una percepción diferente entre las relaciones que se dan entre los seres humanos. Hay que ir cambiando nuestro lenguaje”, aseguró el director.