Durante la temporada de frío y cambios bruscos de temperatura aumentan las probabilidades de contraer infecciones respiratorias, especialmente si existe una nutrición deficiente que debilite el sistema inmunológico.
Marbella Arellano Aguilar, jefa de oficina de Enseñanza y Dietoterapeútica del Hospital General Regional (HGR) Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro, brindó algunas recomendaciones para tener una alimentación adecuada ahora que inicia esta temporada.
Las necesidades energéticas aumentan durante el invierno, por lo que es necesario consumir una mayor cantidad de alimentos; sin embargo, en muchas ocasiones se abusa de alimentos ricos en carbohidratos simples como tomar café con azúcar, galletas o pastel, pero eso favorece el aumento de peso, sin que realmente proporcione los nutrientes adecuados.
Es posible obtener los nutrimentos necesarios para evitar las enfermedades al sustituir el café por infusiones de té, además de consumir carbohidratos complejos provenientes de las frutas, aunque estas no se antojen durante el frío, así como evitar ingerir azúcares simples, señaló la nutrióloga Arellano Aguilar.
Por otro lado, existen nutrientes que previenen con mayor efectividad los resfriados, como la Vitamina C, que además disminuye la sintomatología durante la gripe. La carencia de este nutriente reduce la actividad de los macrófagos (células del sistema inmunológico que exterminan las bacterias y virus), lo que aumenta la posibilidad de contraer un resfriado. Esta vitamina la podemos encontrar en frutas cítricas como limón, naranja, toronja, mandarina, fresas, kiwis, mango, pimientos y coles.
También se encuentran los minerales como el selenio y el zinc, la Vitamina A, el ácido fólico y ácidos Omega 6, que mantienen el sistema inmunológico en condiciones óptimas. Estos los podemos encontrar en el huevo, cereales integrales, leguminosos, espinacas, aceites vegetales (cánola, maíz, cártamo) y en los productos lácteos, señaló la nutrióloga Marbella Arellano.
Sin embargo, cuando el resfriado ya se contrajo el tratamiento va encaminado a mejorar los síntomas, esto se logra con una dieta fácil de digerir y que estimule la función inmunológica, a base de alimentos nutritivos que disminuyan el malestar general.
Además, la ingesta de líquidos, como el agua pura, es vital para que las mucosas no se sequen, fluyan las secreciones, exista una buena hidratación y se eliminen las toxinas del organismo; ya que ingerir bebidas alcohólicas y las que contienen cafeína favorecen la deshidratación. Los caldos, sopas, infusiones de té y bebidas calientes son una forma apetecible y reconfortante de tomar la cantidad de líquido necesaria.