Militantes albiazules, entre estos el ex subsecretario de Gobierno y ex diputado local, Felipe Urbiola, y la diputada federal, Raquel Jiménez Cerrillo, afirmaron que 70% de los panistas no quieren a José Báez Guerrero como dirigente estatal del PAN, esto aunado a que fue una elección ilegal que debió de haberse realizado una vez concluidas las elecciones del 7 de junio.
Urbiola, panista por más de 20 años, agregó que actualmente existen cuatro recursos de impugnación en contra del procedimiento para dicha elección y un reclamo por la forma en que se realizó la elección de dirigente.
Recordó que en mayo de 2014, el Comité Directivo Estatal, dirigido por Báez Guerrero, solicitó una prórroga del proceso electivo, ya que su periodo como presidente estatal terminaba el 26 de julio de 2014.
“El Comité Ejecutivo Nacional ordenó que se suspendiera el proceso y se efectuara la elección el segundo semestre de 2015, en el periodo que va entre el 1 de julio y 31 de diciembre de este año, antes no se puede, este acuerdo sigue y está siendo violado, lo que hace que este proceso sea ilegal”.
Felipe Urbiola aseguró que hoy el presidente electo del CDE, Báez Guerrero, actuó con dolo, ya que siendo presidente solicitó que se conformará la comisión, la emisión de la convocatoria, lo que originó que pidiera licencia el 6 de enero para registrarse como aspirante al día siguiente.
“El deja de ser presidente el 6 de enero y se registra como planilla única y después organiza todo, la jornada electoral, los centros de votación y todo lo demás, eso es dolo”, comentó.
Agregó que la ilegalidad de este proceso se encuentra al momento de que no se respetó el ordenamiento del CEN, en donde se establece que las elecciones deberán ser hasta el segundo semestre de 2015: “Lo que procede es que la autoridad declare nula esta elección, porque se han presentado varias impugnaciones, que se reconozca esta deficiencia legal y que se lleve a cabo como esta ordenado”.
Dijo que reflejo de esta ilegalidad es la baja participación en la votación, ya que los 10 mil 800 militantes panistas no tuvieron opción, puesto que sólo era una plantilla única la registrada.
“De esta cantidad de militantes, cerca de tres mil participaron, pero él votó por él, no, anuló la boleta y absteniéndose de ir, lo que quiere decir que 70% de la militancia dijo, no (no quieren a Báez), ellos mismos lo ratificaron, porque eso fue lo que sucedió”.