Antonieta Osornio Ramírez fue campeona nacional de paracaidismo, ganadora de medallas, trofeos y reconocimientos, pero la vida le tenía deparado otro destino, cuando al practicar este deporte, se lanzó desde 60 pies de altura, su paracaídas en lugar de abrirse, colapsó y se estrelló contra el suelo. Se le pulverizaron las vertebras.

Al presentar la conferencia Actitud ante la vida, la campeona dijo que su plática tiene la finalidad de ofrecer un espacio de reflexión y análisis, para que las mujeres salgan adelante y busquen una mejor calidad de vida.

Esta ganadora de medallas, mejor conocida como Tony, narró que fue el 24 de febrero de 1984, en el estado de Guerrero, cuando realizaba la práctica de paracaidismo y su historia cambio.

En la casa de la mujer del DIF estatal, Tony explicó cómo pudo salir adelante en esta etapa tan difícil de su vida.

Uno de los temas que tocó fue la depresión, ésta causó un colapso anímico en su vida porque al accidentarse, su esposo decidió irse y se quedaron sus hijos solos, refirió.

En ese momento ella dijo que “sentía una gran impotencia, una profunda tristeza y un enorme coraje”.

“La terapia, fue lo que me sacó poco a poco (de la depresión) y me llevó a cambiar estas actitudes, ponerlas en positivo, con saludar, con lo más sencillo, pero sin dejar de hacer lo que yo tenía que hacer, fui saliendo de la depresión”, manifestó Tony.

Para salir adelante, Tony dijo que tuvo que tomar medicamento por un tiempo, pero ser mejor persona día a día la fue sanando. Dejó de lado las acciones negativas como insultar a sus hijos. Explicó que reconoció y aceptó la realidad que vivía y que no podía cambiar aunque resultara dolorosa.

La economía también fue un obstáculo en aquellos momentos, dijo, sin embargo, su orgullo no la dejaba, pues al principio no aceptaba la ayuda de nadie. “De lo malo hay algo bueno, yo tenía mucho coraje, yo decía: no quiero dinero de nadie, yo voy a sacar a mis hijos adelante”.

Por está razón empezó a vender cosas como plumas o papelería; en este proceso su hija fue una pieza fundamental, ya que le dio la fuerza para salir adelante, explicó.

Ellos no podían festejar días especiales como Navidad, Día de las Madres, Día del Niño, porque era cuando tenían una mayor venta. Además, buscaron la forma de ganar más dinero, por lo que en la madrugada iban por su mercancía para que saliera más barata.

“Íbamos a Tepito, pero en la madrugada. Íbamos a donde compran a los que tienen sus puestos y también le venden a la gente, entonces, de una cosa que costaba cinco pesos, le sacábamos hasta el doble o el triple. Y así fui generando”, recordó Tony.

Explicó que el coraje fue la pieza fundamental para salir adelante, el que le daba la fuerza para que sus hijos estuvieran bien; además de que, por la situación en la que se encontraban, se vieron obligados a ser autosuficientes desde muy chicos.

“Tiempo después, mis hijos fueron creciendo, mi hija cuidaba niños, ella ya era autosuficiente, a los 13 o 14 años, ya se mantenía. Llegó a comprarse su coche a los 16 años, le enseñé a manejar a los 13, ya veníamos de México a San Juan yo le decía cómo y despacito, pero fue muy hábil y muy inteligente”, mencionó Tony.

Durante su charla, dijo que estas “altas y bajas” por la que pasó, le enseñaron a que una persona sale adelante poniéndose metas todo el tiempo, esté anímicamente como esté.

“A través de esas actitudes, que se hacen hábitos y que los hábitos forman el carácter y el carácter crea el destino”, aseguró Antonieta Osornio.

En 1997, Tony creó la Fundación Humanista de Ayuda a Discapacitados I.A.P. en la que se apoya a personas con discapacidad. Actualmente hay una sucursal de la organización en el municipio de San Juan del Río en la que se atienden a 22 personas de 14 años en adelante que tienen alguna discapacidad física. Ella dijo que ahí no importa el número, sino la calidad con la que se atiende a quienes asisten.

Además, Tony destacó que participar en la escuela Erich Fromm la apoyó para salir de su difícil situación.

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