Mientras el Estado no construya ni genere confianza en la ciudadanía y en el gremio periodístico, ningún protocolo de protección tendrá posibilidades de funcionar, advirtió Efraín Mendoza Zaragoza, sociólogo de la UAQ, ante el anuncio realizado por parte de gobierno del estado de crear un mecanismo para proteger el ejercicio periodístico.
Indicó que la creación de un protocolo merece un abordaje integral, pues, dijo que mientras la autoridad no reconozca el problema, ningún protocolo va a servir.
Por su parte, Antonio Rangel Méndez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, indicó que los legisladores deberán de retomar la iniciativa del Ejecutivo a nivel federal y analizar esta propuesta con base en tres objetivos, las condiciones laborales del gremio, la libertad de expresión ejercida por la línea editorial y la violencia ejercida en contra de periodistas.
En este sentido, adelantó que una de las propuestas para implementar medidas de protección, deberá estar orientada a la revisión del Código Penal y acotó que se realizarán foros y mesas de trabajo con los interesados a partir del mes de junio.
Por su parte, Carmen Zúñiga Hernández, presidenta de la Mesa Directiva en la Legislatura local, indicó que se mantendrán a la espera de recibir la iniciativa de ley, misma que se turnará a la comisión correspondiente para su análisis. Al igual que el coordinador de la fracción priísta en el Congreso, Mauricio Ortiz Proal, consideró que en esta propuesta se debe integrar la opinión del gremio.
“De que los tenemos que escuchar, los tenemos que escuchar. Sobre todo su trabajo y creo que a mí me consta lo mucho que aportan e informan a la ciudadanía de una manera responsable y consiente de muchas situaciones que viven, tanto económicamente como laborales”, dijo.
Ortiz Proal anunció la intención de elaborar un protocolo de atención a los periodistas. “No tendría sentido aprobar un proyecto de esta naturaleza sino se escucha a los principales involucrados, por eso tendremos que (hacer) el estudio”. agregó.