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Magistrados y académicos destacaron documentos que sirvieron como base del constitucionalismo social y resaltaron que la Carta Magna mexicana se anticipó en este tema, a otras como la alemana y las que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial.
En la mesa Los Sentimientos de la Nación del seminario Fuentes Históricas de la Constitución de 1917, el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Manuel González Oropeza, planteó que ese documento establece por primera vez la independencia del país.
Además, diseña la división de poderes, que sería el fundamento principal del constitucionalismo mexicano. En Los Sentimientos de la Nación hay expresiones de la democracia que es la igualdad ante la ley.
El reconocimiento que se debe hacer a este documento, afirmó González Oropeza, es de respeto y admiración, ya que a pesar de su falta de vigencia y de categoría, “embricó toda nuestra dialéctica constitucional e hizo estallar la chispa de nuestra autorganización”.
Antonio María Hernández, de la Universidad de Córdoba, Argentina, expresó que los mexicanos se deben sentir orgullosos de lo que han hecho a nivel del derecho constitucional, comparado con los avances a nivel mundial, porque el amparo y el constitucionalismo social fueron originados por la sensibilidad e inteligencia de sus políticos y juristas.
Destacó que “nadie puede desconocer que la primera Constitución en el mundo que estableció a nivel nacional y federal el constitucionalismo social fue la de México”.
Estimó que la Carta Magna de 1917 se anticipó a la Constitución de 1919 de Alemania, a la de Austria de 1920, y a las que después, en la Segunda Guerra Mundial, instituyeron el constitucionalismo social.
