Predecibles, pero sin dejar de sorprender, así son las decisiones de las mujeres y hombres de la política. En la última década les ha dado por brincar de un cargo público a otro y además de un partido a otro, algo que se le conoce como chapulineo.

Considerado un acto inmoral por algunos, de congruencia por otros, sin embargo, siguen los brincoteos que son más visibles en tiempos de elecciones: son movimientos por conveniencias personales, pero también de partido.

Uno de estos ejemplos está en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que reformó sus estatutos para permitir que José Antonio Meade Kuribreña los represente, en calidad de ciudadano, en la campaña rumbo a la presidencia de la República.

Para el analista político Abel González Sánchez, columnista nacional, el  chapulineo  no es exclusivo de un estado u otro, en todo el país y en todos los espacios hay cambios “repentinos” de quienes van de un partido a otro.

Refirió que es un síntoma que pareciera ser reflejo de la degradación o corrupción política nacional, de la grave crisis y desorden de los partidos.

“También de la pérdida de honorabilidad de la clase política que los integra o se apodera de ellos.  Los partidos y los políticos, buenos o malos, lo que quieren es mantenerse en el poder”, dijo.

Renuncias denotan incongruencia

Para el presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Corregidora, Gustavo Zepeda Ruiz, la renuncia de algunos militantes a las filas del tricolor no son justificables, pues no es válido que alguien se vaya sólo porque no está de acuerdo con las decisiones de la dirigencia o de sus compañeros militantes.

Específicamente habló del caso de Eunice Arias Arias, quien renunció al PRI; la joven política fue diputada local por la vía plurinominal, además de tener diversos cargos en la estructura operativa del partido tricolor.

“El chapulineo refleja el desorden en partidos”: analista
“El chapulineo refleja el desorden en partidos”: analista

“Eunice Arias vio nacer su carrera política en el partido, fue diputada local plurinominal lo que pocas personas han podido ser en los últimos años, en ese contexto creemos que no compaginar o no compartir algunos criterios de las dirigencias estatales o nacionales no son motivo para causar baja del partido.

“No es motivo para dejar la casa que la vio nacer y la casa que le dio oportunidades para trascender, sin duda es un perfil brillante pero tampoco es un perfil indispensable en el partido, todos somos necesarios en la integración de nuestras filas, pero no podemos estar sujetos a complicaciones por algo en particular”, comentó.

Proyectos ya no convencen

Diego Foyo López estuvo en las filas del PRI durante 20 años, hace dos decidió renunciar a un proyecto en el que ya no creía, en el mismo tiempo decidió sumarse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fundado por Andrés Manuel López Obrador.

“Ya no estaba de acuerdo en cómo estaban haciendo las cosas, yo no podía seguir en un proyecto en el que no creía (…) Me convenció la tenacidad y la decisión de Andrés Manuel [López Obrador], de hacer un movimiento nacional para cambiar las cosas en México y que optara por llegar al poder de una manera democrática, en ese sentido Morena fue la plataforma de eso”, explicó.

Morena ha sido el centro de los “desertores” de otros partidos políticos, condición que le ha valido críticas de los ciudadanos por considerar incongruente tener en sus filas a ex militantes de los partidos que ahora critica el candidato presidencial, a los que llama “la mafia del poder”.

Sin embargo, para Diego Foyo, más que una condición negativa es una cualidad del partido Morena, pues en la diversidad de formas de pensar se ha enriquecido el proyecto.

“Los partidos políticos, no solamente Morena, deben tener las puertas abiertas para cualquier ciudadano que quiera pertenecer a él, me parece que no es limitativo en ningún sentido, porque efectivamente Morena ha recibido a gente del PRI como es mi caso particular, a gente del PAN, del PRD, mucha gente sin partido.

“No creo que sea una debilidad de Morena, al contrario, es una de sus grandes fortalezas, que esta pluralidad de personajes que han llegado a Morena de todas las corrientes, de todas las ideologías políticas vienen a fortalecer el proyecto de Andrés Manuel que busca un movimiento nacional que amalgame diferentes formas de pensar y de actuar, eso sólo se consigue promoviendo la unidad de los que piensan diferente”, comentó.

Los cambios de partido, en muchos de los casos, se han dado para conseguir candidaturas; Diego Foyo asegura que no es su razón y en este proceso electoral apoyará desde la trinchera operativa.

Los cambios

En Querétaro existen múltiples perfiles que hace unos años estaban en un partido político distinto al que ahora representan, incluso, decidieron levantarse con la bandera de los independientes para asegurar su lugar en el escenario político.

Jorge Lomelí Noriega renunció en 2015 al Partido Acción Nacional (PAN), cuando era diputado local por el distrito 12, antes fue diputado federal y también candidato a la presidencia municipal de El Marqués. Hoy se perfila nuevamente como candidato a la misma presidencia, pero por Morena.

Rebeca Mendoza Hassey renunció en 2009 a su militancia de 14 años en Acción Nacional ; fue regidora en el ayuntamiento de Corregidora. Tras renunciar, se sumó al equipo de trabajo del gobernador priísta José Calzada Rovirosa en donde ocupó la titularidad de la Comisión Estatal Contra las Adicciones (CECA). En este proceso se inscribió como aspirante a la candidatura independiente para la alcaldía de Corregidora.

Juan Alvarado Navarrete fue diputado local por el Partido Nueva Alianza (Panal), pudiera ser el candidato de Morena a la alcaldía de San Juan del Río; en El Marqués, Juan Aristeo Ramírez Velázquez, renunció al PRI tras varios intentos fallidos de ser candidato a la presidencia de esa demarcación, ahora busca la posición por la vía independiente.

Otro caso es el del presidente municipal de Tequisquiapan, Raúl Orihuela González, quien llegó a la posición por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pero antes, en el periodo 2009-2012, fue alcalde por el PAN. Ahora buscará la reelección.

No muy diferente es el caso del alcalde de Colón, Alejandro Ochoa Valencia, quien fue expulsado del PRI; intentó ser candidato por ese partido pero no se le concedió; en 2015 llegó a la presidencia como candid

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