La estimulación temprana es fundamental para que los niños desde su nacimiento y hasta los seis años de edad, desarrollen todas sus capacidades al máximo, señaló Martín Vega Malagón, jefe de Pediatría del Hospital General Regional (HGR) Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De lo contrario, dijo, la falta de esta puede dejar vacíos importantes en la inteligencia global de los menores.

Cuando un bebé recibe estimulación se le brindan diferentes oportunidades para explorar su entorno, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural y entender lo que sucede a su alrededor.

Este es un recurso que se emplea con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales; además de evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres con eficacia y autonomía en el cuidado y desarrollo del infante.

La gran mayoría de los padres suelen ignorar aspectos esenciales del desarrollo de sus hijos y corren el riesgo de no desarrollar sus capacidades adecuadamente.

El doctor Vega Malagón agregó que los niños desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y su entorno. El objetivo no es acelerar el desarrollo, sino reconocer y motivar el potencial de cada niño, presentarle retos y actividades adecuadas que fortalezcan su auto-estima, iniciativa y aprendizaje.

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