Proyectos a largo plazo es lo que requieren los gobiernos para la planeación urbana y dotación de servicios. Fue parte de la reflexión de panelistas de la mesa El futuro del ordenamiento territorial y la movilidad en el bajío.
En el evento participaron el senador por Querétaro y ex gobernador, Enrique Burgos; el ex candidato por el PAN a la presidencia de la República, Diego Fernández de Cevallos y el ex secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas en la entidad, Sergio Chufani.
En la charla se discutieron los retos de la zona del Bajío, por el crecimiento poblacional, reconocieron el esfuerzo de gobierno del estado de ordenar el transporte público; sin embargo, sugirieron replantear si en 20 años este servicio será suficiente.
Además de concentrar los esfuerzos en mejorar el transporte público, además de acercar los servicios de agua, luz y drenaje a todas las zonas de la entidad
Para Diego Fernández es necesario regresar al campo, dejar de concentrar todo en las ciudades, que sólo genera presionarlas con demandas de servicios.
“No sólo tenemos que buscar reducción de tiempos y costos; si en las periferias hay personas con bajos recursos, que tienen que acudir al centro de la ciudad. Será cada día un infierno mayor por la presión en la movilidad; hay que revertir el fenómeno, que todo lo que concentran las grandes ciudades regrese al campo para hacer una vida más humana”, expresó Fernández de Cevallos.
Mientras que Enrique Burgos expresó que además de generar un transporte público eficiente, debe garantizarse que sea seguro; reconoció que Querétaro vive problemas como los de las grandes ciudades por lo que debe pensarse en soluciones a las necesidades que habrá en 30 años.
“En Querétaro empieza a haber estos problemas como en la Ciudad de México, el transporte público es algo vital y quién sabe si se requiera un metro o transporte elevado en un futuro; el esfuerzo del actual gobierno es un buen intento, pero hay que ver a futuro, hay que anticiparse”, dijo.
Agregó que la viabilidad es un tema que corresponde a los tres órdenes de gobierno y debe existir coordinación, para no permitir cambios de uso de suelo irracionales y evitar la corrupción que agrave los problemas.
Los tres coincidieron en cambiar el comportamiento de los gobernantes, para garantizar la aplicación de la legalidad.