La comunidad de Perales sigue siendo víctima de tala clandestina en su reserva de bosque de encino. De acuerdo con el delegado de la localidad J. Dolores Zamora se han interpuesto 10 denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el hecho y ninguna ha procedido.
Desde 2012, la coordinación de Ecología de San Juan del Río y habitantes de la comunidad de Perales denunciaron la tala inmoderada del bosque de encino, actividad que ha acabado con 90% de la reserva de vegetación en un área de 422 hectáreas correspondientes al ejido de la localidad.
Además de encino, la zona cuenta también con ejemplares de mezquite que igualmente han sido cortados para elaborar carbón, leña y viviendas. Las afectaciones se han extendido a otros ejidos, explicó Dolores Zamora.
El delegado de la comunidad aseguró que en un transcurso de casi seis años se han interpuesto hasta 10 denuncias ante la Profepa, dependencia que argumenta que dichas demandas no están sustentadas con pruebas, por lo que declara improcedentes dichos procesos.
“La Profepa dice que no hay evidencias. Hemos llevado fotografías que demuestran que se están llevando madera de la zona, no nos explicamos por qué no quieren atender nuestras quejas, todas las demandas que hemos iniciado en Profepa han sido improcedentes”, aseguró el representante de la localidad.
Aunque el delegado ha solicitado a personal de la Profepa acudir a la comunidad para que puedan percatarse personalmente del daño causado a la zona boscosa, la dependencia ha hecho caso omiso al llamado.
“En estos hechos sólo han intervenido agentes del Ministerio Público porque también ellos han acudido a la Procuraduría General de Justicia, pero se requiere también de la intervención de la Profepa. Yo me he acercado con ellos, les he invitado a acudir a Perales para indicarles la zona donde se talan los árboles y se percaten de los daños, pero no han hecho caso”, manifestó Dolores Zamora.
La zona conocida como “El Cerro Cuate” es la más afectada por la poda de árboles. Los habitantes de Perales coinciden en que la madera, producto de la tala, es ingresada a un aserradero de acopio en los límites de la localidad sanjuanense y Amealco, por lo que el delegado ha solicitado también una investigación al sitio, sin encontrar respuesta favorable de las autoridades competentes.
“Este centro de acopio se encuentra en El Aserrín, comunidad de Amealco, que se ubica a un kilómetro del bosque de encino y estamos seguros de que la madera de Perales es saqueada y trasladada a este centro donde el producto se documenta y así se justifica su real procedencia, pero mientras tanto se están acabando el bosque de nuestra localidad”, insistió.
Usan camiones de volteo
Habitantes de Perales han detectado el ingreso de camiones de volteo en los que se transporta la madera producto de la poda de árboles de encino. También han denunciado estas unidades sin resultados de parte de la Procuraduría de Protección al Ambiente.
El delegado de la localidad insistirá en denunciar el daño causado por muchos años a la zona boscosa, afectaciones que comenzaron de forma discreta y que han incrementado con la presencia incluso de unidades para transportar la madera de la zona.