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Las condiciones que tienen las mujeres reclusas del penal de Querétaro son lamentables, declaró el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva.
Esto se concluye luego de un estudio que se realizó a nivel nacional, en donde se analizaron diversos factores, entre ellos, se hizo una visita a 10 Centros de Readaptación Social (Cereso) entre los cuales se incluyó el de San José El Alto, en el estado.
A pregunta expresa sobre si este tipo de análisis e informes los realiza la CNDH con el apoyo de las instancias de derechos humanos de las entidades (en este caso la Comisión Estatal de Querétaro), Placencia Villanueva respondió que no, porque en muchas ocasiones los presidentes de los organismos locales “ocultan información para evitar problemas”.
Asimismo, el ombudsman aseguró: “En la CNDH no tenemos otro objetivo más que evidenciar las cosas para que la autoridad tome cartas en el asunto. No podemos trabajar juntos (con los presidentes locales) porque, en ocasiones, como en este caso, los presidentes lo que buscan es ocultar problemas”.
Debido a que el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Miguel Nava Alvarado, aseguró que las garantías individuales en todos los Ceresos son de respeto, el ombudsman nacional dijo:
“Invitaría a toda aquella persona que considere que las condiciones de internamiento de las mujeres en Querétaro son las adecuadas, que vayamos al reclusorio y veamos la lamentable situación que padecen de abuso, de omisión, de abandono, de indebida atención”.
El diagnóstico se puede consultar en la página web de la CNDH denominado y el título es Informe Especial sobre el estado que guardan los Derechos Humanos de las mujeres internas en centros de reclusión de la República Mexicana donde se visitaron 10 Ceresos, entre ellos el de San José El Alto.
El documento revela, por ejemplo, que el Cereso femenil no cuenta con espacios suficientes en sus instalaciones y no tiene locutorios. “Presenta deficiencias en las condiciones materiales y de higiene en las áreas de ingreso, observación y clasificación, dormitorios, médica y talleres”.
Se constató también, la falta de personal femenino para la custodia, pues no hay forma de cubrir las incapacidades y vacantes de quienes laboran ahí. Hay irregularidad en la elaboración y distribución de los alimentos y no se les proporcionan instrumentos de consumo.
Además, el informe indica “que no se garantiza el respeto al debido proceso en la imposición de sanciones o correctivos disciplinarios”, entre las mujeres internas entre otros aspectos de violación a las garantías individuales de las mujeres
