Ángel Balderas Puga, presidente del Consejo Estatal de Morena, indicó que sigue en tribunales la denuncia que se generó en su contra por presuntamente incurrir en actos de violencia política en razón de género.

Consideró que la acusación es un proceso que parece más haberse generado con la idea de frenarle cualquier aspiración política que pudiera tener representando a Morena.

En este sentido, estimó que el proceso ha destacado por ser más una situación mediática, en lugar de que realmente se enfocara en analizar si se cometió algún tipo de violencia política en razón de género.

“Parten de una idea falsa de que yo soy igual que los demás, que andamos de oportunistas queriendo candidaturas, pero andan muy mal porque mucha gente que entramos en Morena no lo hicimos por candidaturas”, dijo Balderas Puga.

El buscar sancionarlo, dijo, podría tener de fondo ese temor por parte de alguien de que pueda buscar algún cargo de representación, más allá de en realidad generar un antecedente en el combate a la violencia política en razón de género.

Este señalamiento consideró que podría ser una especie de revancha, toda vez que él alzó la voz para denunciar “el cochinero” que se cometió durante el registro de candidaturas de Morena.

Aseveró que el propio presidente de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se pronunció la primera vez que analizó el tema, respecto a que no se incurrió en violencia, que únicamente utilizó el lenguaje común que se aplica para referirse a una persona a quien se desconoce.

En este punto, estimó que únicamente se ha buscado dar una gran publicidad a las resoluciones cuando a él le son contrarias, mientras que simplemente pasan desapercibidas cuando le son favorables.

“Es más mediático, porque cuando se da la primera resolución, por unanimidad del Tribunal Electoral del Estado de Querétaro (TEEQ), en primera, se violó el debido proceso, porque yo no fui notificado en mi domicilio, fui notificado en (el Comité Estatal de) Morena; me ocultaron la notificación. Señalé eso al tribunal, aún así, la primera resolución del tribunal fue que no hubo violencia de género”, expresó.

Comentó que tras impugnar esa resolución, la Sala Monterrey instruyó que volviera a iniciarse el proceso, al considerar que desde el inicio de este existieron irregularidades.

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