La Unión Ganadera Regional (UGR) promoverá una iniciativa de ley para que la Feria Internacional Ganadera obtenga la distinción de Patrimonio Cultural de Querétaro, y lograr un presupuesto fijo anual para desarrollarla.
El presidente de la UGR, Alejandro Ugalde Tinoco, afirmó que la feria ya es una tradición en la entidad, y aunque reciben recurso de la federación por ser una actividad que promueve el turismo, requieren que la bolsa quede asegurada, también a nivel estatal para no enfrentar problemas de presupuesto.
“Quiero meter una iniciativa de ley, voy a platicar, principalmente con el gobernador, y luego me sentaré con el Congreso del estado, porque creo que a la feria la debemos elevar más alto”.
El tema sólo lo ha platicado con una integrante de la Legislatura local, aunque sin una propuesta concreta; por eso platicará primero con el gobernador Francisco Domínguez para saber si puede o no ser impulsada.
Con el nombramiento, dijo, hay riesgo de que pidan otra sede o que quieran absorber la organización, pero propondrán candados y convenios para que la unión se mantenga a la cabeza.
“Ya hubo un tiempo en que el estado se hizo cargo, pero zapatero a tus zapatos, finalmente se dieron cuenta que la UGR lo puede hacer y tiene la convocatoria, además que no es fácil organizar una exposición ganadera”.
Aseguró que la de Querétaro es la mejor feria ganadera, además de tener la mejor sede, por lo que productores de todo el país la buscan para organizar eventos de talla nacional e internacional.
“No es de a gratis que vengan los criadores de los toros suizos (...). Cuando lo levantemos como patrimonio podríamos hacer un convenio para que la Unión Ganadera siguiera aquí”.
En cuanto a las expectativas de visitantes con boleto pagado para la edición 2018, expresó que podrían superar el millón, pero dependerá del clima.
Recordó que este año el cartel para el Teatro del Pueblo es de grande convocatoria, y renovaron las instalaciones, “yo creo que sí podemos este año superar el millón, lo que nos afecta normalmente es el clima (…), el año pasado estuvimos a menos cuatro grados cuando estuvo Alejandro Fernández”.
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