La diputada Elsa Méndez Álvarez presentó una iniciativa en la que pide sancionar a toda persona que no cumpla con su responsabilidad de salvaguardar la integridad y velar por los intereses de un adulto mayor, sobre todo en los casos donde se ven involucrados miembros de la propia familia.
La legisladora explicó que en esta propuesta está planteando adicionar el término “abandono” a la actual Ley de Derechos de las Personas Adultas Mayores, para entender la exclusión como una acción discriminatoria o de menosprecio hacia su persona.
Esta iniciativa incluye reformas al Código Penal para considerar el “abandono” como un delito, al que se aplicaría una pena de entre 3 meses a 4 años.
Durante la presentación de la iniciativa, Méndez Álvarez estuvo acompañada de representantes de diversos grupos de adultos mayores, como son Las Adelitas, de la colonia Lomas de Balvanera; Gacelas, de la colonia Emiliano Zapata; Piedras Preciosas, de la colonia Los Angeles.
También acudieron los grupos Edad de Oro, Abejitas y Jóvenes de Corazón, los tres de El Pueblito; Perlitas del Río de Santa Barbara, así como el Grupo de Adultos Mayores de la colonia Reforma Agraria y Adultos Activos, con representación en todo el estado, quienes reconocieron el propósito y beneficios que pretende esta iniciativa, por lo cual le expresaron su agradecimiento.
La legisladora afirmó que no tiene duda de que la raíz de los problemas que se viven en la actualidad en la sociedad han sido por la desintegración de la familia, el desarrollo del autoritarismo, el individualismo y los procesos discriminatorios.
“Basta ya de esas malas prácticas, fomentemos las relaciones con la familia y, sobre todo, con nuestros adultos mayores, que son una fuente esencial de bienestar y solidaridad afectiva”, sostuvo la diputada Méndez Álvarez.
Mencionó que si bien es cierto que el envejecer supone siempre un declive físico para las personas, al mismo tiempo es un crecimiento en cultura, valores humanos, sensibilidad, comprensión y sabiduría.
Dijo que estas cualidades son las que se deben transmitir a las nuevas generaciones, a fin de que los miembros mayores de la comunidad se sientan “integrados y seguros a través de una red de familia, amigos, vecinos y servicios confiables”.