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Diputados, trabajadores e invitados al Congreso local abandonaron las instalaciones ante un simulacro sorpresa que se realizó para garantizar que los protocolos sirvan ante una emergencia.
La alarma interrumpió la sesión de Pleno; la gente se amontó en la entrada principal, otros se quedaron en la plaza, pero responsables del área de Protección Civil los conminaron a no frenar el desalojo de las instalaciones.
El presidente de la Mesa Directiva, Antonio Zapata Guerrero, explicó que el ejercicio cumple con el simulacro para conmemorar el sismo de 1985, de ahí que decidió realizarlo de sorpresa.
A la sesión del Pleno los diputados llevaron invitados, por ello había mayor asistencia a la normal.
“El único que sabía era yo, hoy, en la mañana, di la instrucción a una sola persona que, en el momento en que yo me quitara los lentes iba a sonar la alarma. No sabía nadie”, explicó.
Pese a los inconvenientes, el simulacro de realizó en 3 minutos, la meta es que la próxima evacuación se concrete en un máximo de 2 minutos y medio, de ahí que estimó que la calificación que da al simulacro del jueves es de 8.
El 19 de septiembre se realizará otro simulacro, pero se buscará implementarlo en una hora “no tradicional”, para volver a tomar a todos por sorpresa.
“El óptimo, deberíamos estar hablando de 2 minutos y medio... teníamos casa llena en el Congreso local, todos los diputados, todos los asistentes, creo que fue un buen ejercicio”, dijo.
Detalló que alrededor de 18 trabajadores de la Legislatura deben responsabilizarse del área de Protección Civil, y a ellos correspondió coordinar el desalojo de alrededor de 200 personas que se encontraban en ese momento.
El desalojo se realizó en 3 minutos, pero regresar a las actividades tomó muchos más, sobre todo ante el intercambio de anécdotas, entre ellas que una persona no podía desalojar el edificio porque la alarma se activó mientras estaba en el baño.
