Exisen esquemas suficientes para garantizar la transparencia en el uso de recursos públicos de los partidos políticos, declaró Gerardo Romero Altamirano, consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ).
“El sistema de fiscalización que actualmente existe en México, yo les diría, es modelo a nivel internacional, es bastante robusto y, desde luego, de existir cambios en materia de financiamiento público, tendrá que haber una consecuente modificación a las reglas de fiscalización, pero el sistema es bastante fuerte”, aseguró.
Lo anterior lo declaró al ser entrevistado respecto a la propuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) de eliminar los recursos públicos que se entregan a los comités estatales de los partidos políticos.
Indicó que ante esa propuesta se deben analizar diferentes situaciones, entre ellas, que Querétaro cuenta con un partido con registro estatal, no nacional, y que este recibe sólo financiamiento local.
“[Entregar recursos sólo a los comités nacionales] es absolutamente novedoso, acaba de salir la propuesta, yo aún no la conozco, pero, en todo caso, desde lo local, yo diría que pusiéramos atención a dos aspectos, el primero de ellos es que los partidos políticos locales reciben solamente financiamiento local, habría que ver cómo articular esa situación”, señaló.
Remarcó que Querétaro tiene un partido con registro local vigente, mientras que hay entidades que tienen varios en esa situación, de ahí que se debería definir qué pasaría con ellos en caso de que los recursos únicamente se entreguen a los comités nacionales.
“El segundo tema, que me parece también muy importante que analicemos en esta propuesta es el tema de cuando se dieran recursos solamente a los órganos nacionales [de los partidos políticos], ¿qué mecanismos se utilizarían para asegurar que los comités estatales y municipales de los partidos obtengan el recurso del nacional? Porque no es para nada raro que de pronto existan conflictos entre dirigencia nacional y dirigencia estatal”, puntualizó.
Esos conflictos entre dirigencias incluso se llegaron a observar en Querétaro, en más de una ocasión, de ahí que de ocurrir eso, el organismo político local se quedaría sin recursos y, por tanto, se vería inmovilizado para realizar sus trabajo.