Gilberto Herrera Ruiz, delegado en Querétaro de la Secretaría del Bienestar, se dijo que no le correspondía hablar públicamente de temas de seguridad y de política que tienen lugar en el estado.
Al ser cuestionado sobre la seguridad y las reuniones en la materia que se realizan cada mañana en el estado, y en todo el país, dijo que la seguridad es una competencia del gobierno estatal, específicamente del gobernador Francisco Domínguez Servién, quien encabeza la estrategia queretana.
El funcionario aseguró que él, pese a ser representante del gobierno federal en Querétaro, no participa de las mesas de seguridad por respeto al mandatario estatal, ya que es Domínguez Servién quien convoca a los funcionarios de los tres niveles de gobierno para dichas reuniones.
“De seguridad yo no hablo, no es mi tema, yo no participo (…) sobre las asistencias de los gobernadores tampoco hablo. Se respeta la decisión, acuérdate que el responsable de las mesas de seguridad es el señor gobernador, él es el que encabeza las mesas de seguridad y el responsable de la seguridad en el estado”, indicó en entrevista.
Herrera Ruiz reiteró que es el gobernador estatal es quien invita a las reuniones de seguridad y tampoco ha sido invitado a participar; aunque sí precisó que existe coordinación en otros temas, pues la instrucción que tiene es hacer equipo “para que a Querétaro y a México le vaya bien”.
Blindaje electoral. El funcionario federal también afirmó que las nuevas formas de austeridad, para brindar los apoyos de programas sociales, han generado que la gente exija sus derechos de beneficio y no sea un desfile de agradecimiento, lo que se aprovechaba para generar adeptos electorales.
Ahora los proyectos, indicó, son universales, y a su decir, los beneficiarios en el estado han aumentado hasta tres veces su número en diferentes programas.
“Los blindamos siendo universales, un adulto mayor no te agradece el apoyo, te viene a reclamar si no lo tiene porque es un derecho, de manera que se despolitiza; en las entregas no hay evento oficial en donde haya discurso, pódium, agradecimiento a los benefactores, se llega al evento, se explica la tónica y se entrega el apoyo”, dijo.
Afirmó que la forma de hacer política debe cambiar en el país, por lo que confió en que el año previo a las elecciones, y durante la campaña, las y los aspirantes evitarán el derroche de recursos.
“Un evento te puede costar 100 mil pesos sin los camiones, imagínate todos los eventos entre municipal y estatal, y es recurso que bien podrían ayudar a alguien más y no gastar en mercadotecnia política (…) Debemos elevar la política de este país, respetar a la gente, la gente es pensante y a veces se contratan hasta artistas para entretener a la gente”.