En Querétaro, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el acto conmemorativo de la promulgación de la Constitución de 1917.
Acompañado por el gobernador Mauricio Kuri González, en su calidad de anfitrión del evento, López Obrador afirmó que insistirá en abolir, por la vía legal y democrática, las reformas neoliberales que impusieron en la Constitución de 1917. “Continuar proponiendo cambios al marco legal en beneficio del pueblo, hasta devolver a nuestra ley máxima toda la grandeza de su humanismo original”.
La política, dijo, es hacer historia, transformar, lo que implica pugnar por lo que es justo y posible de alcanzar, luchando de forma sostenida; por lo aseguró que la Constitución de 1917 no ha muerto, vive en la transformación de un México libre, justo, igualitario, democrático y fraterno de hoy en día. Ante los representantes del Poder Legislativo y Judicial, gobernadoras y gobernadores, el mandatario hizo un recuento de las principales reformas constituciones que ha llevado su administración.
Honestidad y humanismo han sido el distintivo para la aprobación de algunas reformas constitucionales, entre ellas convertir en delito grave la corrupción, subrayó.
Por su parte, Mauricio Kuri exhortó a blindar la supremacía constitucional y a lograr el consenso como medio para la concordia y la armonía social.
“Los días que vivimos nos urgen a restablecer la convivencia pacífica y respetuosa como método para lograr el consenso, y el consenso como medio para la concordia y la armonía social. Y la unidad de los mexicanos nos permitirá conseguir mayores niveles de libertad, igualdad y justicia. Es momento de poner énfasis en todo aquello que nos une y nos hermana, que no es poco y no es menor”, apuntó.
Señaló que la redacción de la Carta Magna fue el acto previo, formal e indispensable que encontraron los diversos grupos para cesar las hostilidades y la guerra. En tanto, el emblemático Teatro de la República fue el espacio donde se lograron acuerdos y se superaron posiciones extremas, logrando un consenso toral.
“No hay momento ni lugar más oportuno que este para hacer una reflexión del espíritu que anima la Constitución, de su carácter supremo, de su vocación democrática y de su celo por la justicia social y la defensa de las libertades”, indicó.
Ponderó que la Constitución es un documento con memoria histórica, pero también con visión de futuro. Recordó que -salvo el breve periodo de la República Restaurada- México no había logrado librarse del poder de un solo hombre, y el principio del fin de esa realidad se dio cuando se acordó que no habría nadie por encima de la Constitución, tampoco admite, ni entonces ni hoy, atajos, planes o procedimientos legislativos para violentarla.
Kuri enfatizó que el blindaje de la supremacía constitucional reside en la soberanía popular: los poderes se eligen y, al hacerlo, responden a quienes votaron libremente.