Querétaro es la cuna del PRI, debido a que aquí nació como partido nacional hace 90 años. En esta entidad hoy es la tercera fuerza política, y se encuentra inmerso en una profunda crisis que lo ha llevado por primera ocasión en su historia a tener la más pequeña representación popular.
Este partido únicamente gobierna tres de los 18 municipios, que en población son de los más pequeños; también cuenta con cuatro diputados locales y uno de carácter federal,y por primera ocasión en su historia no tiene representación en el Senado.
Las elecciones de 2009 marcaron el regreso electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Querétaro, tras obtener más de la mitad de los distritos electorales y ocho de las 18 alcaldías, entre ellas, San Juan del Río, Corregidora y El Marqués, con excepción de la capital del estado, que quedó en manos del ahora gobernador Francisco Domínguez Servién. Para los comicios intermedios de 2012, la aprobación del partido frente a los queretanos creció y logró ocho de los 15 distritos locales, y 13 de las 18 alcaldías del estado, incluida la capital del estado, que durante 15 años se mantuvo en poder del Partido Acción Nacional (PAN).
Pero en 2015 sufrió un ligero revés que lo colocarían en la segunda fuerza política en el estado. Además de la gubernatura, el PRI perdió 14 de los 18 municipios, de los cuales, 11 quedaron en manos del PAN, y el resto entre partidos que hicieron coaliciones.
En el Congreso del estado se quedó con nueve de las 25 diputaciones, de las cuales 13 fueron para el PAN, una para el PRD, otra para el Partido Verde, y una para el entonces naciente Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Para el proceso electoral del 2018, el PRI únicamente obtuvo tres alcaldías: Jalpan de Serra, Pinal de Amoles y Arroyo Seco, así como cuatro diputaciones locales, de las cuales dos fueron vía plurinominal y dos por elección popular; además fue rebasado por Morena para la contienda hacia el Senado, y tan sólo logró una regiduría en la capital del estado.
Renovación necesaria. Tras los embates electorales de 2015 y 2018, la militancia en el estado ha buscado la destitución del presidente estatal Juan José Ruiz Rodríguez. Hace apenas tres meses, frente a la presidenta del PRI nacional, Claudia Ruiz Massieu, militantes y cuadros disidentes a la dirigencia se confrontaron y buscaron exhibir al dirigente priísta, sin embargo, desde entonces poco ha pasado y se mantiene en el cargo.