A 102 años de que se promulgara la Constitución Política de México, podemos confiar en su vigencia y esencia social, expresó el diputado federal, Marcos Aguilar Vega, al dar a conocer el posicionamiento del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en la Cámara de Diputados federal.
En tribuna, Aguilar Vega señaló que podemos hablar de una Constitución que no ha perdido su esencia: la de ser una social.
Detalló que los principios establecidos en ella, como el federalismo, las garantías individuales o la división de poderes, y sin dejar de lado las bases de nuestras instituciones, son testimonio de nuestra historia y la base de nuestro futuro como nación.
Explicó que no fue una tarea fácil la que tuvieron quienes integraron el Congreso Constituyente, en Querétaro; sin embargo, mediante el consenso, el diálogo y la apertura al pluralismo de ideas, se lograron consolidar los instrumentos necesarios para la construcción de un nuevo orden basado en las libertades y para la unión de un país dividido que acababa de vivir una revolución: “Aquellos anhelos de igualdad, libertad, justicia y dignidad son tan relevantes hoy como en tiempos de Carranza.
“Más allá de facciones e ideologías, el Congreso Constituyente buscó edificar un nuevo proyecto de nación y reivindicar deudas sociales”, manifestó.
Dijo que la Constitución de 1917 es prueba de que la apertura a las ideas distintas, a las propias, enriquece, no empobrece.
Agregó que la apertura y el diálogo nutren y fortalecen, la imposición de la mayoría debilita y resta legitimidad a cualquier proyecto.
Indicó que la Constitución actual no es la misma que aquella aprobada en 1917: “Nuestra Carta Magna ha visto muchos cambios que en su mayoría se han dado para adaptarse a las condiciones de cada contexto histórico”.
En su discurso también destacó algunos momentos históricos como el respeto a los derechos humanos, la equidad de género y los derechos de los pueblos indígenas, por mencionar algunos.
Sentenció que sí los cambios son para mejorar, entonces bienvenidos sean.
“Cuando se busca manipular la Constitución para servir o satisfacer intereses personales o de un grupo, lo único que se consigue es debilitar a la democracia y a todas sus instituciones”
Por último, sentenció que el deber como legisladores del país es acertar en las mejores reformas al texto constitucional partiendo de lo que ya tenemos, con base en la realidad de la República de hoy, lejos de posturas ideológicas únicas y de prejuicios.
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