Debe existir una reflexión profunda de los actores del Partido Acción Nacional (PAN) en Querétaro para analizar si fue voto de castigo al oficialismo local o, en realidad, el apoyo a Morena se derivó del ‘tsunami’ de votos que atrajo la morenista Claudia Sheinbaum Pardo en la candidatura presidencial, señaló Francisco Domínguez Servién, exgobernador del estado.

Para el panista es momento de analizar “distrito por distrito” qué fue lo que pasó para que la ciudadanía apoyara a Morena y le hicieran perder la mayoría al PAN en el Congreso local.

“Teníamos mayoría relativa de mi partido, entonces, hay que sentarse a hacer un análisis, distrito por distrito y municipio por municipio, a ver qué es lo que pasó y redoblar esfuerzos. Ahí viene el 2027 a la vuelta de la esquina y hay que afinar muchos detalles y ver si fue voto de castigo o qué pasó”, consideró.

Con miras a las elecciones a la gubernatura del estado, el análisis es primordial, consideró el político, aunque acotó que es positivo que el panismo haya obtenido las alcaldías metropolitanas y San Juan del Río, por lo que aún gobiernan el 70% de la población queretana.

Es de demócratas acatar resultados”

Por otro lado, para Domínguez Servién, la decisión del líder de su partido, Marko Cortés, de impugnar el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo no tiene sentido pues existió una diferencia de 20 millones de votos y 30 puntos porcentuales con su rival más cercana, Xóchitl Gálvez.

En ese sentido, señaló que el sufragio histórico que los mexicanos brindaron a Sheinbaum la convierte en la mandataria con mayor apoyo popular en 200 años de la existencia de México como nación independiente y, agregó, es momento de reconocer su triunfo como parte de la normalidad democrática.

Finalmente, Domínguez Servién recriminó que Cortés siga liderando el PAN y consideró que tampoco debería de aceptar ser senador plurinominal por el partido blanquiazul.

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