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La coordinadora del grupo legislativo del PRI, Abigail Arredondo Ramos, ingresó una iniciativa de ley para promover la igualdad de género en los centros de trabajo del estado.
La iniciativa la presentó acompañada de la dirigente nacional del ONMPRI, Monserrat Arcos Velázquez, la cúpula del comité estatal de su partido, así como del delegado y compañeros de bancada.
La legisladora precisó que “con el objetivo de disminuir la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres al interior de las empresas que operan en el Estado, proponemos que toda industria que cumpla con parámetros mínimos de igualdad de género y respeto a los derechos laborales de las mujeres; y que además implementen acciones en beneficio de la equidad de género, obtengan una certificación que les permita acceder a estímulos e incentivos que otorgue el Poder Ejecutivo”.
Los diputados priístas consideraron necesario incluir bases mínimas de respeto a los derechos laborales de las mujeres al interior de las empresas, como: mismos criterios de selección para el empleo, derecho al ascenso, estabilidad en el empleo, derecho a la formación profesional, igualdad de sueldo y prestaciones, derecho a la seguridad social, entre otros; y con esto puedan obtener “certificados de igualdad”, que les darán acceso a estímulos e incentivos que determine el Poder Ejecutivo.
Entre los datos duros que mencionó la diputada Abigail Arredondo indicó que “de acuerdo con un estudio emitido por “ONU-MUJERES”, en la fuerza laboral en México hay una diferencia de un 47% de mujeres frente a un 72% de hombres.
Por otra parte, informó que las mujeres representan a nivel mundial la mitad de los diplomas de doctorado y de maestría, así como que hay más mujeres que hombres con títulos universitarios; no obstante, su participación en los consejos directivos de las empresas oscila entre el 10 y el 5%, y solo el 13% de los consejos directivos de las empresas son presididos por una mujer”.
Arredondo Ramos mencionó que en Querétaro, hay una diferencia porcentual de 62% frente a un 38% de mujeres, de población económicamente activa (PEA); y de la población no económicamente activa, 209 mil 376 son hombres, es decir el 28%, frente a 520 mil 815 de mujeres, que representan un 72%; pero no es porque las mujeres sean desinteresadas o no quieran trabajar, ya el 90% de ellas se encuentran ocupadas en otras actividades que no les permiten integrarse a sectores productivos.
Por último indicó que, de esas 288 mil, sólo 60 mil mujeres se desempeñan en el sector secundario de la economía, que comprende la industria extractiva, manufacturera, de electricidad y construcción; mientras que 210 mil corresponden a hombres, lo que implica una disparidad del 44% frente a un 21% de mujeres.