Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, la violencia contra reporteras aumentó 342% en comparación con el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, señaló Adriana Ramírez Vanegas, responsable del programa de Libertad de Expresión y Género del colectivo Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC).
Las entidades, agregó, donde se concentró la mayor parte de las agresiones fueron Ciudad de México, con 17%; Veracruz, 13%, y Puebla con 10%. Durante el pasado sexenio fueron asesinadas 11 mujeres periodistas, aunque cinco de estos casos no fueron reconocidos.
Destacó que la democracia necesita garantizar la libertad de expresión y un ejercicio pleno del periodismo hecho por mujeres, para que se haga justicia y las víctimas no queden en el anonimato.
Denunció que las periodistas enfrentan contextos adversos que limitan o las exponen a peligros extras, sobre todo si cubren fuentes como seguridad pública o política, o realizan investigaciones sobre corrupción, lavado de dinero, estructuras criminales, tráfico de influencias, movimientos sociales, derechos humanos, desaparición o trata de personas.
Explicó que la mayoría de la violencia ejecutada contra las profesionales es violencia psicológica, con 87% del total, con acciones como hostigamiento, intimidación, amenazas, campañas de desprestigio, bloqueo informativo o espionaje. Seguido de la violencia física con 35%, y en tercer sitio está la violencia patrimonial con 13%, relacionada con robos de material de trabajo en las redacciones como computadoras, discos duros, memorias, teléfonos, entre otros objetos.
Informó que en Querétaro se han generado dos casos de agresión contra periodistas; sin embargo, el número real podría ser mayor, ya que persiste “una idea de mordaza”. Redacción