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Riesgoso y rezagado, transporte suburbano

En carreteras queretanas, 344 accidentes al año

Un 35% de la infraestructura carretera de Querétaro (federal y estatal) se encuentra en “mal estado” y el resto en condición “ace ptable”, según Inegi. (FOTOS: AMÍLCAR SALAZAR. EL UNIVERSAL)
01/02/2017 |00:51Amílcar Salazar |
Redacción Querétaro
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El martes 1 de noviembre de 2016, el pueblo de San José Atlán, en Huichapan, Hidalgo, preparaba su fiesta de Santos Difuntos. Nada le hacía suponer que su paz se alteraría por el choque de un tren contra un autobús de pasajeros proveniente de la capital queretana. Un impacto que causó lesiones a 20 ocupantes del camión, nueve de estos residentes de Querétaro.

El accidente del ómnibus que cubría la ruta Querétaro-Pachuca fue uno de los ocho que se suscitaron en la entidad y sus cercanías durante el último bimestre de 2016. Además, uno de los 826 que sufren anualmente los autotransportes federales de pasajeros, promedio de eventos trágicos que equivale a uno cada diez horas, según indican los reportes 2013-2015 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En el caso de los autobuses llamados “económicos” o “de segunda”, junto con diversos tipos de camionetas dedicadas a la movilidad carretera, los accidentes se dan con intervalos de apenas 42 minutos, dado que su media anual de siniestros es de 12 mil 366.

Dentro de la misma estadística, las carreteras de Querétaro aportaron un promedio de 344 accidentes por año (24 de camiones “de primera” y 320 “de segunda”), ocupando el treceavo lugar nacional del rubro.

Conductores ignoran reglas. El accidente del Querétaro-Pachuca ocurrió sobre el kilómetro 45 de la carretera San Juan del Río-Huichapan, cruce férreo donde el horizonte se extendía hacia los costados con claridad, provisto de señalización, así como de topes sobre el asfalto, según pudo confirmarlo EL UNIVERSAL Querétaro durante un recorrido por ese lugar.

Según versiones recabadas por este diario, el chofer del autobús número 7330 de la línea Conexión ignoró las señales de advertencia y aceleró su unidad con el fin de ganar el paso a la locomotora 4802 de Ferromex, maniobra que si bien estuvo a punto de lograr, no evitó que la máquina golpeara al vehículo en su parte trasera y lo empujara contra uno de los semáforos del crucero, mismo que derribó.

En opinión del granjero Jerónimo Minor, testigo de la colisión, el tren “venía rápido, pero sonando sus silbatazos”, mientras que el manejador “se pasó de vivo”.

Minor indica que después del accidente, el operador bajó del camión mostrando sobre la frente un golpe leve, del cual le escurría un hilillo de sangre. Sin embargo, en un descuido de los presentes intentó huir, alejándose de la zona, pero fue alcanzado y detenido por un grupo de pasajeros, quienes lo entregaron a los policías que llegaron minutos después.

Jerónimo asegura que vio al chofer por última vez cuando la policía lo tenía bajo resguardo dentro de una patrulla, ya contenido del sangrado y hasta hablando por celular. Sin embargo, pronto supo que el responsable no se quedó en Hidalgo para enfrentar las averiguaciones, sino que fue trasladado a Querétaro a bordo de una ambulancia; ello bajo la aparente razón de tener lesiones que, según percibió, no fueron graves.

42% de usuarios reportan anomalías: Profeco. Muchos autotransportes federales son elegantes y aromáticos, tienen asientos reclinables, descansapies, audífonos y hasta con pantallas individuales de cine. Sin embargo, las comodidades de algunos autobuses no parecen suplir la opinión negativa que manifiesta 42% de los usuarios.

Una encuesta nacional realizada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) durante 2015, la cual incluyó a 8% de usuarios de Querétaro, mostró los siguientes resultados: 27% de los usuarios reportó paradas en puntos ajenos a las terminales; 53% sólo contó con una alternativa de autobús para realizar su viaje; 61% utilizó líneas económicas o de segunda clase; 18% observó retraso en tiempos de salida; 24% vio retraso en los tiempos de llegada; 37% no consideró “muy clara” la información recibida; 29% no traía (al llegar) un boleto de viaje o no lo quiso mostrar; 65% de los boletos no anotaban el monto a pagar, en caso de extravío del equipaje; 61% no guardó su equipaje en la parte baja del autobús; 53% no le fue revisado su equipaje; 40% no obtuvo solución a su reclamo ante la empresa.

Carreteras en mal estado: Inegi. Un 35% de la infraestructura carretera de Querétaro (federal y estatal) se encuentra en “mal estado” y el resto en condición “aceptable”, indica el documento Conociendo Querétaro, editado en 2012 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), informe que también valoró con rangos negativos los sistemas de señalización para prevención de accidentes.

En su Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2015, el Inegi evaluó la percepción que tienen los conductores de vehículos del país acerca de los servicios carreteros, obteniendo los siguientes datos: 35% de los usuarios no vio señalamientos claros en carreteras libres; 54% no vio en buen estado las carreteras libres; 59% no consideró seguras, en términos de delincuencia, las carreteras libres; 30% no consideró seguras las carreteras de cuota; 40% no vio libres de baches las carreteras de cuota; 83 % no vio que los baches se reparen de manera inmediata.

Sin avances en 25 años. El último diagnóstico integral sobre el autotransporte suburbano en Querétaro fue elaborado por el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) hace 25 años (1991). Sin embargo, aún cuando dicha instancia del gobierno federal con sede en el municipio de Pedro Escobedo no ha actualizado su investigación sobre el tema, al menos cinco de las añejas observaciones pueden considerarse vigentes en 2017:

“Las empresas de autotransporte suburbano que prestan servicio en Querétaro enfrentan una demanda creciente; sin embargo, muestran dificultades en su organización que les impide dar una respuesta adecuada a dicha demanda.

“Estas empresas no funcionan como tales. Cada concesionario se encarga del mantenimiento de los vehículos, de las reparaciones, de las refacciones, de la recaudación y de la contabilidad. Esta organización rudimentaria se presenta como un obstáculo para el desarrollo del sector.

“Se detectaron tramos de la red troncal que operan en condiciones críticas, tales como el que se localiza entre el kilómetro 200 y 208 de la carretera México-Querétaro, mejor conocido como la “cuesta china” y el que se localiza entre el kilómetro 150 y 160, entre San Juan del Río y Palmillas. El alto porcentaje de vehículos pesados, en combinación con las pendientes, provoca abatimientos importantes de la capacidad y velocidad de operación sumamente críticas.

“La ubicación de la Terminal de Autobuses de Querétaro ha sido desbordada por el crecimiento de la ciudad y ha quedado a merced de los efectos que produce la mezcla de autobuses foráneos con el tránsito urbano, generando una secuela de conflictos, accidentes y contaminación a todas luces inconveniente.

“Es significativo que 40% de los viajes cuyo destino es la ciudad de Querétaro tengan como motivo el trabajo, ya que la eficiencia del transporte incide directamente en la productividad y en la economía del trabajador”.

Mercado sin competencia. “Bajos niveles de competencia que derivan en precios altos para los usuarios” y reglas propias de empresas que “inhiben la entrada de otros competidores”, forman parte de las observaciones que durante 2010 envió la Comisión Federal de Competencia (CFC) a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), pero las que hasta ahora no han modificado el sector del autotransporte.

En su análisis, la CFE describe a un sector “compuesto por 1,375 razones sociales que administran 44 mil 771 autobuses, así como mil 663 personas físicas que operan dos mil 21 unidades”.

“A pesar de que existen más de dos mil empresas, están concentradas en sólo cuatro coordinados: Grupo Toluca (IAMSA y Flecha Amarilla), con siete mil 300 autobuses; Grupo Autobuses de Oriente (Pullman, Alas de Oro y ADO), con cinco mil 200; Grupo Estrella Blanca, con 40 empresas coordinadas y con cinco mil 100 autobuses; Grupo Senda, con mil 300 camiones”, resume el reporte de la CFC.

La Comisión Federal de Competencia critica además la debilidad de la autoridad frente a los consorcios, al permitirles que estos “puedan determinar las tarifas y sus modificaciones sin requerir aprobación oficial”, que se carezca de un censo sobre las centrales, terminales y corridas autorizadas; asimismo, que permita que algunas rutas “puedan no estar dentro de su ámbito de competencia, sino de algunas autoridades estatales”.

“La mayoría de las terminales son propiedad de las mismas empresas de autotransporte y únicamente operan en estas las líneas de autobuses propietarias de la central; esto quiere decir que las empresas controlan el acceso de otras”, apunta la CFC, no sin reiterar: “esta estructura de mercado trae consigo el riesgo permanente de que los operadores lleguen a acuerdos colusivos, con el fin de incrementar los precios o limitar la oferta”.

Entre las recomendaciones de la CFC —hasta ahora no tomadas en cuenta por la SCT—, se pide “establecer procesos de autorización más transparentes y expeditos”, “imponer requisitos no discriminatorios para la operación de rutas”, establecer criterios en terminales “basados en estándares de calidad y seguridad”, así como “evaluar las conductas de mercado, a fin de prevenir o sancionar conductas que tengan como fin reducir la competencia”.

Las quejas sobre autobuses… a las redes sociales. Si bien la delegación Querétaro de la Profeco no tiene registrada en su informe 2016 ninguna queja de usuarios locales contra líneas de autotransporte, las redes sociales y sitios de internet como Transportamex o Apestan se encuentran pletóricas de denuncias.

Este diario localizó en estos sitios, así como en redes sociales, un total de 37 quejas de usuarios de la entidad, así como un estimado diez veces superior de quejas del resto del país:

Margarita Torres Trejo: “Soy una usuaria permanente de esta línea (Flecha Azul) que va de Huimilpan a Querétaro. Los camiones que prestan el servicio dejan mucho que desear. Esta semana dos veces se descompuso, pero esto es de todos los días en distintos horarios, aunando que siempre salen después de la hora establecida y luego van a una velocidad fuera de los límites permitidos. Como no salen todas las corridas, la gente se junta y esto ocasiona que el que pasa se vaya con sobrecarga, conllevando un peligro para los usuarios”.

Guadalupita: “Mi queja es para los inspectores que se suben a los camiones (Flecha Amarilla) para checar si uno trae o no el boleto. Este camión en el que íbamos (Querétaro-Irapuato) tuvo que pararse, porque se nos atravesó un carro en el que venían unos inspectores para revisarnos. Pero ante esto, muy déspotas y groseros con el chófer y con el pasaje. No se vale que siendo ustedes una empresa reconocida tengan este tipo de personas trabajando”.

ConsumidorInteligent: “Es la cuarta vez que compro con Estrella Blanca, y solamente una vez el autobús salió a tiempo y tuve un trato bueno (así a secas) las otras tres veces, mal trato. Camiones retrasadísimos, tanto en la hora de salida como en el tiempo de viaje. Una vez me tocó que iba puebleando e hizo varias paradas donde no debía, se retrasó casi tres horas. La verdad no vale la pena que por ahorrarse 30 pesos se pasen estos corajes”.